Cap. 14.- Una última parada

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Luego de días de viaje, el grupo paró en un pueblo cerca del área de Shudong. Todavía tenían algunas cosas que afinar y necesitaban descansar. Este pueblo era uno de los más cercanos a ciudad Yi y había sido la primera parada de Lan WangJi y Wei WuXian mientras rastreaban el cadáver partido en trozos que resultó ser Nie MingJue, por lo que a todos les pareció lógico detenerse aquí.

Mientras Jiang Cheng y Lan XiChen se entretenían pidiendo las habitaciones necesarias para todos, Hua Cheng, Qi Rong y He Xuan decidieron salir a recorrer el lugar con el objetivo de prever posibles trampas que Xue Yang pudiera poner en su camino. Wei WuXian, Lan WangJi y Nie HuaiSang habían salido a recorrer la ciudad para recabar información, por lo que Lan Feng quedó a cargo de los niños. Notó las miradas un poco ansiosas que Lan SiZhui, Lan JingYi y Jin Ling lanzaban hacia Gu Zi hasta que él les preguntó directamente:

— ¿Pasa algo?
— ¿Cómo es que eres el hijo de un rey demonio?— preguntó Jin Ling sin contemplaciones.

Lan Feng se había hecho la misma pregunta, por lo que se dedicó a escuchar la conversación. Gu Zi se encogió de hombros y solo dijo:

— No lo tengo del todo claro, sólo sé que él me adoptó desde pequeño e incluso se sacrificó por mí.
— ¿Cómo qué se sacrificó por ti?— preguntó Lan JingYi.
— Impidió que muriera en un incendio, pero él perdió su cuerpo. Eso no importa ahora porque él volvió a mi lado. Mientras sus cenizas estén intactas él siempre va a volver.

Al mencionar esto Gu Zi bajó la cabeza con pena y dijo:

— Niebla Densa tiene las cenizas de mi padre por mi culpa.

El adolescente recordaba ese hecho claramente: Qi Rong tenía pocos años de haber salido del monte TongLu como un Supremo luego de haber luchado a brazo partido para reclamar el poder liberado en una gran carga de energía espiritual. Sin embargo, él no había sido el único en emerger de esa manera, pero como Qi Rong no se preocupaba mucho Gu Zi no le dio mucha importancia.

Hasta que lo volvieron a encontrar. Xue Yang había arremetido contra Gu Zi tratando de arrancar su corazón pero todo lo que pudo hacer fue quitarle un collar con una esmeralda; el terror en la mirada de Gu Zi no fue nada comparado a la rabia de Qi Rong, y lo único que el Supremo hizo fue cortar su propio cuerpo hasta desaparecer, volviendo en el cuerpo de otro hombre.

— Espera, espera, espera. ¿Dices que tu padre ha vivido todo este tiempo en el cuerpo de otra persona?
— Así es.

Lan JingYi estaba atónito, y Gu Zi explicó levemente: de ese modo podrían mantener un perfil bajo mientras recuperaban las cenizas de Qi Rong. Pero entonces se encontraron en Lanling, Jiang Cheng expulsó a su padre del cuerpo que ocupaba y ahora estaban allí.

— Una de las cosas buenas de esto es que ahora tengo nuevos amigos.

Gu Zi sonrió tímidamente, Lan SiZhui y Jin Ling sonrieron y Lan JingYi abrazó a Gu Zi con una exclamación alegre.

— Bienvenido al grupo— dijo—. Espera a que todo esto termine, tenemos que presentarte a ZiZhen, nuestro otro amigo. Estoy seguro de que se llevarán bien.

Lan Feng sonrió con melancolía y dio media vuelta para irse. De repente sintió mareo y se recargó en una pared llevándose una mano a la cabeza. Suspiró con preocupación cerrando los ojos un momento.

Ay no, ahora no.

Las habitaciones fueron repartidas y Lan Feng se excusó para ir a dormir. Su respiración se volvía pesada conforme subía las escaleras y su dolor de cabeza aumentaba con cada paso que daba, usaba toda su fuerza de voluntad para no colapsar en ese momento hasta que logró subir las escaleras. Sin embargo, su resistencia se acabó al dar unos pasos y terminó por caer, cerrando los ojos a la espera del golpe.

Viento discípulo (1/4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora