tres

2.9K 400 85
                                    

TRAS LA cena, Annelise y Hange se dirigieron a los establos en silencio. La rubia iba cabizbaja y algo avergonzada aún sintiéndose culpable por lo que había sucedido con Moblit unas horas atrás.

Temblaba levemente por el frío, porque la promesa de Hange de que alguien traería su chaqueta había sido olvidada.

Así que ahí se encontraba, con su uniforme de la Legión de Reconocimiento y únicamente una camisa blanca con unos guantes por debajo de las mangas cubriendo sus brazos, que si bien eran metálicos, causaban frío en el resto de su cuerpo.

Suspiró al ver lo sucio que estaba el establo y Hange la miró de reojo antes de tomar una escoba y golpear sus piernas con ella.

— Deja de preocuparte tanto por Moblit, apenas le has hecho nada.

— Casi le desencajo la mandíbula, han vendado su cabeza y le han dado una pomada para la inflamación.— Contestó la rubia acariciando a uno de los caballos.— Me gustaría hacer algo por él.

— Estarás muy ocupada con los entrenamientos de Levi hasta la siguiente expedición.— Contestó Hange comenzando a barrer la paja del suelo.

— Es sólo el primer día y ya he golpeado a alguien, Erwin me matará.— Dejó al animal tranquilo y fue a por agua y heno.

Hange hizo una pequeña mueca sintiendo un cierto remordimiento que se había instalado en su pecho, no le gustaba mentir y si lo hacía era porque debía, pero la veía a ella con su apariencia de ángel y lo único que pasaba por su cabeza era que Annelise parecía incapaz de matar a alguien.

— ¿Ocurre algo?— La dueña de sus pensamientos se puso frente a ella con confusión. La castaña negó antes de ver lo que cargaba la rubia.

— Deja que te ayude.— Dijo tomando el cubo de agua, abrió la puerta y entraron a la parcela del equino para reponer sus víveres.

El silencio volvió a reinar mientras cada una pensaba en temas totalmente diferentes, entonces Hange suspiró.

— Si realmente quieres compensar a Moblit, cómprale algo de alcohol, al parecer se aficionó a beber cuando lo ascendieron a sub-capitán.

Annelise la miró unos segundos con el ceño fruncido.

— ¿Pretendes que incentive su alcoholismo?— Hange se encogió de hombros mirándola seriamente.

— Sólo era una sugerencia.

DOS HORAS más tarde, ambas mujeres se limpiaron el sudor de la frente y observaron el establo, habían limpiado las herraduras de los caballos, cepillado las crines, habían renovado el agua y el heno y habían barrido el suelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

DOS HORAS más tarde, ambas mujeres se limpiaron el sudor de la frente y observaron el establo, habían limpiado las herraduras de los caballos, cepillado las crines, habían renovado el agua y el heno y habían barrido el suelo. Estaban realmente cansadas y no sólo físicamente, sino que mentalmente ambas estaban hasta arriba.

Mientras limpiaban habían instalado un silencio que para sorpresa de ambas fue bastante cómodo, así que se dedicaron a pensar en sus cosas.

Uno de los protagonistas de sus pensamientos era el "¿lo hice?, ¿de verdad maté a alguien?". Con sólo pensar en ello Wagner entraba en pánico, pero lograba distraerse con los animales a su alrededor.

super soldier ▭ levi ackermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora