nueve

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TARDARON UN par de semanas en obtener el permiso del Comandante en Jefe, cuando llegó la carta que les daba permiso para actuar, los escuadrones de Levi y Hanji acompañados por Erwin comenzaron su viaje a la ciudad subterránea.

Llevaban todas las carreras vacías para transportar a los soldados, al igual que uniformes de cadete, ya que Annelise había mencionado el detalle de que estaban desnudos.

Erwin dio la orden de parar y se bajó de su caballo al mismo tiempo que los Capitanes y Annelise.

El exterior del edificio no destacaba del resto, de echo pasaba totalmente desapercibido, Annelise se acercó a la puerta y tras forzar la cerradura tal y como había hecho anteriormente, los Capitanes y ella entraron.

El sonido de los cristales bajo las suelas de sus botas no se hicieron esperar, comenzaron a sonar nada más adentrarse en el lugar.

— Estos cristales no estaban la última vez.— Comentó Annelise intentando adelantarse. Levi la tomó por el antebrazo deteniéndola.

— No te separes de mí lado.— Con lentitud, Annelise asintió comenzando a caminar a la par que el pelinegro.

Avanzaron por el pasillo pisando más cristales y papeles a medio quemar.

— Quién sea que hubiera estado aquí no ha escondido el hecho de que quería deshacerse de estos papeles.— Hanji se agachó para coger un trozo de papel, frunció el ceñó, el papel era enano y las palabras EL TITAN AC... eran lo único legible.

Annelise se agachó a su par y lo leyó con ella, tuvo la misma reacción.

— ¿El titan ac?— Preguntaron a la vez, miraron al resto y tiraron el papel para continuar, no podían descentrarse de su misión.

Nadie habló hasta llegar a la doble puerta de metal, Annelise se detuvo al notar que estaba abierta y había una luz encendida.

— No estaba abierta cuando nos fuimos.— En ese momento observó una sombra en la pared, había alguien dentro.

No se acobardó y entró para encarar al intruso, lo que encontró no tuvo precio, un hombre que pulsaba botones rápidamente en la mesa de control de la sala.

— ¡Eh!— Exclamó llamando la atención del desconocido, se giró para encararla dejando a la vista su cara, ojos y pelo castaños y con unas gafas circulares con mucha graduación, llevaba una bata de doctor como las que Hanji solía llevar, acompañada de un camisa verde y unos pantalones marrones.

— Te estaba esperando.— Dicho aquello sacó una pequeña pistola del bolsillo interior de la bata y apuntó a la pierna de Annelise.— El jefe te manda recuerdos.

Quitó el seguro y acercó su dedo al gatillo, el sonido del disparo resonó en la sala, seguido del quejido de Levi ante el impacto contra su muslo derecho.

Él la había salvado de una lesión, el pelinegro cayó al suelo siendo socorrido por Hanji con rapidez, el resto hicieron un amago de atacar al intruso, pero para cuando se dieron cuenta Annelise ya estaba desarmandolo.

Tras el disparo y la caída de Levi, el castaño volvió su atención a la rubia, apuntando la ahora a ella, Wagner lo miraba colérica, avanzó hasta él dando un par de zancadas y cuando el sujeto estaba apunto de volver a disparar, Annelise levantó el brazo del hombre y luego le dio una patada en el pecho, haciendolo caer en el panel de control.

Annelise tomó la pistola y le dio una patada hacia atrás dejándola en los pies de Erwin.

Lo tomó por el cuello de la camisa sin dificultad alguna y lo golpeó.

super soldier ▭ levi ackermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora