Chapter 9

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El ruidoso sonido de las trompetas no se hizo esperar más en cuanto el sol comenzó a demostrarse a borbotones por detrás de las suaves nubes naranjas.

Hoy no era un buen día, no al menos para el cuarteto de "amigos"

Las carpas comenzaron a abrirse y poco a poco los alumnos comenzaron a despertarse y dirigirse hacia el centro de en frente de la cabaña como lo había indicado la malhumorada voz de Hyuna por los altavoces.

La cafetería empezó a llenarse segundo a segundo luego de que la mujer les indicó que se dirigieran hacia allí para el desayuno. Los estudiantes se acercaron a las diversas mesas de buffet que habían puestas con plateadas bandejas en las manos.

La rubia caminaba pegada a la espalda de su compañera de carpa, porque apenas dio un paso fuera de esta, no habían pasado ni quince segundos en los que comenzó a ser señalada, algo que odiaba tanto como que le recordaran su pasado.

—Deja de actuar como una idiota. Besaste a el novio de tu mejor amiga y todos se enteraron, no es que por esconderte detrás de mí vas a darles algún tipo de amnesia mágica. —Soltó fastidiada Jisoo mientras buscaba su lugar en la fila para recoger su desayuno.

—Por suerte tienes una encantadora manera de hacer que me sienta mejor. —Refunfuñó la rubia con la cabeza gacha, sin pensar ni por un segundo en soltarse de ella.

—Como sea, pero deja de arrugar mi vestido. —Gruñó.

Lalisa rodó los ojos.

A lo lejos, un grupo de miembros del equipo de básquetbol del instituto conversaban sobre cosas irrelevantes cuando un peli-rojo bronceado con ojeras se acercó hacia ellos y tomó asiento a su lado.

Uno de ellos, al notar su presencia, sonrió a lo grande y comenzó a darle palmadas en la espalda.

—Que grande, Taehyung-shii. Mira que me lo esperaba de cualquiera, pero nunca imaginé que tú fueras el que se comería a Lalisa... Es como la fruta prohibida. Nadie de aquí nunca pudo conseguir nada con ella, ni siquiera una miserable cita.

Todos en la mesa voltearon hacia él en cuanto escucharon aquello.

—Cállate, Sehun. No estoy de humor. —Refunfuñó por lo bajo sin siquiera mirarlo.

—Pero mira que engañar a Rose... ¿De verdad un simple beso vale la pena lo suficiente como para cargar con ese labio roto y ese moretón pintado de todos los colores del arcoíris que tienes en el ojo? —Habló otro.

—Que dices, Chanyeol... Park no alcanza a ser ni la sombra de Manoban. —Volvió a dirigirse a el peli-rojo. —A ella es a quien debiste hacerla tu novia desde el principio.

El mencionado enarcó una ceja.

—¿Disculpa? Manoban es quien no le llega ni a los talones a Park; ella es la abeja reina que todas las chicas quieren igualar...

Chanyeol parpadeó frenéticamente luego de dar un respingo al ver cómo Taehyung cerraba los puños y golpeaba la mesa con brusquedad.

—Cierren el hocico. Las dos son hermosas; las dos son las abejas reinas que cualquier chica aquí quiere igualar. Y no necesito que nadie, ni siquiera tú, Sehun, me digan cómo o con quién debo tener una relación. —Gruñó antes de levantarse de la mesa y tirar bruscamente de la bandeja hasta que esta golpeó el brazo de ambos basquetbolistas.

Todos en la mesa se quedaron anonadados observándolo alejarse, pero un atrevido peli-naranja decidió que aún no habían terminado la conversación.

—De acuerdo, cada una tiene lo suyo... Pero imagino que estaremos todos de acuerdo en que siempre hay una que es más fácil de llevar a la cama. Me juego 800 wons a que esa es Park.

𝑾𝒓𝒐𝒏𝒈 𝑷𝒂𝒓𝒂𝒅𝒊𝒔𝒆 (𝑹𝒐𝒔𝒆𝒌𝒐𝒐𝒌&𝑻𝒂𝒆𝒍𝒊𝒄𝒆)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora