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"La mitad del mundo no puede comprender los placeres de la otra mitad"

                 Jane Asuten- Emma.

Adrik Cash.

Aturdidos, exactamente aturdidos quedamos todos.

¿Estaba viva al igual que nosotros?

No podía ser, si era cierto, mis planes iban a quedar en el punto de partida. Yo sabía que Jude la odiaba y no iba a tolerar que yo estuviese cerca de ella.

—¡¿Qué?!— preguntaron Aegan y Jude al mismo tiempo.

—¿De verdad quieren que lo repita?, Me han oído bien—formuló Artie.

Los chicos estaban sentados en los muebles. Jude y Artie compartían uno, Jude tenía las manos cogidas con su amiga y, después que Artie terminara de hablar, Jude la soltó de golpe.

Yo estaba recostado en la pared con mis brazos cruzados y observando la situación.

—¿Hablas de...de...Pe...Pe...rra...ny?

—Sí, Jude. Melanny está aquí.

Otro silencio sepulcral. Aegan se colocó  los brazos debajo de su cabeza y los pies en la mesa, observando con atención lo que decía Artie.

Noté que Jude estaba asombrada y luego su expresión pasó a ser molesta. Yo estaba asombrado y molesto. Melanny había sido la razón por la cual Jude me había dejado. Pero no la culpaba. Ella había sido mi primer amor y también mi último, por mucho que me cueste admitirlo.

Sin embargo tenía muy en cuenta que la persona con quien quería compartir mi vida, se había decepcionado por mis estupideces. Sí, Jude y yo tuvimos una hermosa hija. No fue por el hecho de que ella quería compartir conmigo una vida, sino porque fue un error. Y, aunque pensé que con el nacimiento de Ada las cosas serían diferentes, no lo fueron.

—¿Y dónde está?—pregunté cuando nadie hablaba. Me sentí miserable cuando los hombros de Jude se hundieron y agachó su mirada.

—Ese es otro caso—respondió Artie.

—Habla—exigí.

Artie nos observé o a todos. Y después, nos dió un resúmen de todo lo que les había pasado.

Según las especulaciones de Artie, una semana antes habían despertado en un lugar familiar pero a la vez extraño. Era igual a su habitación pero claramente no lo era. Al igual que nosotros, se había dado cuenta que era de verdad. No un personaje ficticio. Cuando salió de su habitación, le asombró mucho haber visto a Melanny allí. Y también le sorprendió haber visto a...

—¡¿Regan?!— Aegan y Jude no habían evitado espantarse y su grito sonó en toda la habitación.

«Mierda, si Regan estaba allí mismo, significaba que algo malo iba a pasar» pensé.

Aegan estaba alterado, se levantó de un brinco y empezó a dar vueltas por todos lados.

—¡No es posible!— gritó y las chicas se sobresaltaron cuando cogió un jarrón y lo estalló contra la pared.

Después De Todo, Seguimos Siendo MentirososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora