Jeon Jeongguk, el más deseado entre los alfas de la universidad. Chaquetas de cuero negras, pantalones ajustados, botas negras, su cabello azabache, aretes y un distinguido piercing en el labio inferior, de vez en cuando un cigarrillo entre estos. E...
Por un chico que conoció en una de las múltiples cafeterías a la cuál va después de la salir de clases... ¿Quién diría que un fuckboy podría cambiar para bien por un chico?
—Tae, tu boquita sabe a frutillas y cigarros.— dijo separándose del beso.
—Es tú culpa por fumar tanto. Yo sólo sabía a frutillas, maldito.
—Tienes que admitir que te gustan mis besos.
El mayor sólo gruñó bajito, y beso esos finos labios que se cargaba su novio.
—Te haré adicto a otra cosa mil veces más sana que esa porquería.
—¿Ah, si? ¿Qué es?
—Yoo.
Y se unió nuevamente con sus labios a los contrarios, disfrutando de la suavidad de estos.
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