Jeon Jeongguk, el más deseado entre los alfas de la universidad. Chaquetas de cuero negras, pantalones ajustados, botas negras, su cabello azabache, aretes y un distinguido piercing en el labio inferior, de vez en cuando un cigarrillo entre estos. E...
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La luz solar molesta e intensa como siempre, entrando por la ventana, iluminando fuertemente la habitación del azabache. Eran a penas las 6:20am, no tenía ni ganas de vivir, y encima era sábado, o sea, nada que ver despertar a esa hora un día de fin de semana.
Su amigo, durmiendo en la otra esquina de su cama, literalmente, en la esquina, casi cayéndose.
Gguk dio una risa nasal.— Que ganas botarte de mi cama, wn.— susurró.— nah,mejor no.— y le tiró una almohada en la cara, mas este no se despertó.— chucha que duermes bien acá.
Jeon decidió dejar de molestarlo. Se puso de pie, dispuesto a darse una ducha, y salir con su amigo a desayunar a una de las cafeterías favoritas del castaño.
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—Oye, wn, ¿Qué vas a pedir?— dijo Eunwoo apenas llegando a la puerta de cristal.
—No sé, wn. Es la primera vez que vengo...— pero viendo el menú a la distancia, vió las "especialidades de la casa" y contestó.— creo que un latte... latte sabor vainilla— dijo casi decidido.
Posicionándose frente al mostrador, los atendió una chica pelimorada, muy amable y servicial. Ella les entregó un aparatito con forma de cuadrado, que según lo entendido, este comenzaba a vibrar y encenderse en tonos verdes cuando sus pedidos estuviesen listos para retirarlos del mesón.
—Ta' bkn el local.— dijo Gguk sentándose en una de las mesas vacías.
—Sabía que te agradaría.
Un olor muy agradable se hizo presente, demasiado agradable para el azabache. Este sólo se removió gustoso.
—¿Qué wea, wn?
El dispositivo comenzó a iluminarse, indicando lo obvio. Por ello, Eunwoo se puso de pie y fue a buscar sus bebidas.
Gguk aún distraído por el dulce aroma a frutillas, comenzó a mirar a todas las direcciones permitidas por su cuello, haciéndolo crujir más de una vez.
—¿Wn, te sientes bien?— preguntó el alfa mayor.— te ves medio aweonao.
—¿Mmh?— dijo volviendo a su sitio.— si, si, toy de pana.— alcanzó a terminar la frase antes de que el esencia lo envolviera.
Notó a un chico de estatura media, cabellos oscuros, de perfil tierno, labios rosados, mejillas un tanto abultaditas, estando detrás del mostrador, mostrándose aburrido al no tener clientes a quienes atender. Seguro de que la fragancia provenía de él, se sintió obligado a hacer contacto visual con el muchacho, logrando su cometido, éste le dedicó una sonrisa cálida y un leve sonrojo. Sintió como su corazón comenzaba a acelerarse, sintió sus mejillas un poco más tibias de lo normal, sus piernas comenzando a moverse de arriba hacia abajo, completamente inquietas, sonrió embobado dirigiendo su mirada al vaso frente a él.
No logró dejar de pensar en ese chico en todo en santo día, y tampoco quería dejar de pensar en él.
Desde ese momento, juró volver a ese lugar cada que pudiera, únicamente para poder ser atendido por el muchacho de belleza inimaginable.
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~409 palabras.
Y aquí es donde comienza a ponerse interesante.
¿Cuán insistente creen que será Gguk para ganarse las miradas de ese chico?
