Jeon Jeongguk, el más deseado entre los alfas de la universidad. Chaquetas de cuero negras, pantalones ajustados, botas negras, su cabello azabache, aretes y un distinguido piercing en el labio inferior, de vez en cuando un cigarrillo entre estos. E...
En esos 4 días de espera, no vio a Gguk, y se estaba comenzando a preocupar. Si el azabache no iba un día, fijo que iba al siguiente. Pero esta vez no fue así, ¿por qué?
Pues... literalmente, lo que Yoongi hizo con Tae, Jeongguk lo hizo con su hermana mayor, pero de una manera un tantito más agresiva, la protegió.
Un hombre del trabajo de ella, se le insinuaba constantemente, al ser esto "normal" y aceptado por la sociedad (acosar gente que tiene utero), Gguk tuvo que cambiar eso a golpes, ya que al parecer estaba hablando en otro idioma como para que se entendiera el "Deja de molestar a mi hermana, o te las verás conmigo."
El tipo sólo tuvo una oportunidad de hacerle algo a Gguk, y eso resultó en un muy pequeño rasguño en su pómulo. "¡Oh no, me desangro! ¡Me muero!" Gritaba Gguk sarcásticamente, rió ronco. "Mira, saco de weas, vuelves a tocarle un pelo a mi hermana, y no volverás a ver la luz del día, ¿oíste, culiao?. Ah, y para la otra, trata de practicar tus arañazos, porqué esto— se apuntó al la heridita— es nada en comparación a lo que es de verdad una arañazo, ni eso sabes hacer, weon. Cómo se nota que eres un beta que vale pico"
Y salió de la escena del lugar, tomando la mano de Jiwoo, quién sólo temblaba asustada ante lo agresivo que fue su hermano con su colega. Nunca antes lo había visto así, era similar a lo que hacía su padre cuando alguien hacía algo como mirar a su esposa. Ella se tomó unos días libres para quedarse en casa, el azabache mayor se quedó cuidando de ella, atendiéndola, de paso faltando a las clases por motivos obvios.
Y por fin llegó el tan esperado miércoles, Gguk llegó en su moto al edificio donde viva Taehyung, viendo la hora: supuso que él ya debería estar bajando.
Escuchó el sonido de la gran puerta de cristal siendo abierta, desvío la mirada al lugar, encontrándose al chico más precioso que había visto en su puta vida. Taehyung tenía su cabello un poco revuelto, una polera blanca que era cubierta por una chaqueta roja, pantalones negros un poquito apretados, estos siendo apegados a la cintura de él por el cinturón que llevaba, y por último, unos zapatos negros. Gguk hizo la mueca representativa de un "uuff" tapando su boca con su mano.
—Chico promiscuo, me estás coqueteando. Tú sabes lo que quiero, y yo tengo lo que necesitas~— canturreó Jeon.— ¿A dónde vas tan bonito?— dijo apenas el castaño llegó a su lado.
Taehyung le siguió el juego.— Pues voy a una cita con un chico de pelito negrito, ojitos brillantes como la noche despejada, y con sonrisa de conejito, ¿De casualidad lo haz visto?— sonrió, teniendo unas ganas inmensas de darle un piquito. En vez de eso, se acercó un poco más, haciendo chocar levemente sus pechos.
—¿Me darías más detalles de ese cabro?— dijo Gguk, colocando de manera posesiva su mano en la cintura de Kim, tras ver pasar a un par de weones que lo miraban, para especificar, le miraban el culo a Tae de una manera que hacía hervir la sangre de Gguk.
—Mide como 1,85, es de hombros anchos.— dijo mordiéndose el labio inconscientemente, dejando salir libremente su aroma a frutillas.— y tiene un piercing en su labio inferior que me vuelve loquito.
—¿Es guapo?— también dejando ir su olor a naranjas, combinado con el del cigarro, que se estaba fumando hace un rato atrás.
—Digamos que es mi tipo.— sonrió ruborizado. Se sonrieron mutuamente, con las mismas de besarse ahí mismo. Tae dio el primer paso, y dejó un beso corto en la mejilla de Gguk, sonriéndole de paso. Jeon arrugó su nariz y frunció sus labios como reacción. Tierna reacción.
Se montaron en la moto, y fueron de inmediato al centro comercial, que es donde estaba la pista de hielo.
Unos 20 minutos más tarde, se estaban adentrando al lugar ya mencionado. Pidiendo las tallas correspondientes y todo.
Terminando de abrochar sus patines, Gguk habló.— ¿Estás listo, bonito?
—Mmh, eso creo.— dijo colocándose de pie, tratando de mantener el equilibrio para no quedar como ridículo en su primera cita.— Me tení que agarrar si me caigo.— dijo poniendo un puchero de molestia demasiado tierno.
—Obvio, nunca tan weon como para reírme y quedarme parado como aweonao sin ayudarte po.— respondió, dirigiéndose a las entrada a la pista, en la cual no se veía mucha gente, una que otra pareja.
—Ríete, pero me ayudai mientras te ríes.— dijo un tanto risueño. Si él se ríe de sí mismo, por qué no Gguk.
—Ya weno, ven luego.— dijo haciendo señas ya con los patines en el hielo. Tae hizo caso a lo indicado.
"Hace como mil años que no venía, dema que me saco la reconchetumare." asumió llegando a Gguk.
Jeon comenzó lento pero seguro, y de manera épica, o sea, patinaba encarando a Tae, que seguía agarrado a la baranda.
—Ven, estoy contigo. Si te caes, te agarro.
Y como por arte de magia, Tae suspiró, no tenía nada que perder con tratar. Así que se impulsó un poco, sin controlar el equilibrio, resultando en una caída de culo al hielo... bueno, casi. Si no fuese por la agilidad de Gguk, se le estaría congelando el culito. En la posición más romántica del mundo: piernas casi entrelazadas, los brazos del azabache tomando fuertemente la cintura de Kim, el mayor rodeando el cuello del otro con sus brazos, con sus rostros demasiado juntos como para ser sólo amigos en ese mundo.
—Te dije que te agarraría.— dijo, rozando su nariz con la de Tae, dándole un beso esquimal. Se sonrieron mutuamente, ruborizados.— Mira, hagámoslo juntos, primero el derecho— deslizó su pie derecho, y el castaño recreó la acción.— y después el izquierdo, ¿si?— hizo lo mismo de antes, y el chico de la chaqueta roja lo imitó. Patinaron tomados de la mano, buena y mala idea.
Gguk tropezó con el patín de Tae, y estando tomados de la mano, los dos cayeron, Kim encima de Jeon, rieron, y volvieron a pararse, con dificultad pero divertidos.
Y así se pasaron hora y media, entre risas, caídas, abrazos para evitar las caídas, hasta que se cansaron de tanto y salieron del lugar. Aprovecharon de caminar por el mall un rato, ya que pronto se venía navidad, pues ya era noviembre.
Después, Gguk invitó a cenar a Tae en un lugar llamado "Romantic Table". Se daban la comida en la boca ya que eran platos distintos.
En conclusión, fue la mejor cita que hayan tenido.
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