Decaída

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La rutina que mantenía constantemente de leer libros con el paso del tiempo fue cambiando sus actitudes logrando que ella usará más su imaginación pensando en cosas como: "¿Qué traera el siguiente capítulo? ¿Qué pasaría si eso sucediera en verdad? ¿Eso realmente puede funcionar? ¿Podríamos llegar en algún punto a esas tecnologías?"

Aunque también ganó ciertos hábitos como imitar las voces de algunos personajes de libros o al menos como ella creía que se escucharian hasta llegó a hablar consigo misma a veces sin si quiera notarlo pero parecía gustarle hablar así como si estuviera dando su opinión de la obra.

Lo más fuerte entre los cambios fue que comenzó a notar cosas de su entorno ya que antes parecía simplemente ignorar lo que lo rodeaba aunque le intentarán hablar aunque se intentarán acercar a ella los compañeros de clase al final cedían ante ese muro invisible de pura indiferencia y no podían avanzar del simple "¿Hola?" Y del inevitable y apresurado "adiós".

Lo que ella siempre había estado ignorando entre clases a las que simplemente iba a cumplir obligaciones era un entorno bastante diverso y complicado de describir para ella, habían chicos y chicas que jugaban algunos violentamente otros más calmados jugando con celular o hasta compartiendo palabras, sobre la tarea chismes y alguno que otro con pareja compartiendo palabras un poco melosas o besos de saludo, incluso algunas muestra de cariño sutiles.

Todo eso hizo que ella entendiera lo que significaba tener compañía de alguien más y peor aún su falta de habilidad social sólo evitó que pudiera moverse y pedir atención, sumado a eso su imaginación sólo la ponía más nerviosa imaginando las situaciones más extrañas ya sea que fueran a decirle rara o vayan a despreciarla porque nunca quiso hablar con ellos o hasta que sólo se le quedarán viendo y así fue como pasó los primeros minutos hasta que la clase comenzó pero eso no ayudó en nada ya que ella seguía pensando y no podía seguir la clase pero como los maestros no le tenían el ojo puesto por su forma indiferente de todos los días y sus compañeros sólo la ignoraban ya que como siempre ellos esperaban que si intentaban hablarle sólo sería lo mismo de siempre.

Ese para ella fue el peor día que tuvo en ese edificio y nunca tuvo uno bueno o malo pero ese sin duda fue el peor, con eso en mente apresuró el paso lo mejor que pudo para llegar a la biblioteca.

Allí leyó los libros olvidándose del estrés que había pasado en esas horas que estuvo sentada, pasando por alto el hecho de que no anotó muchas cosas como las tareas, algunas partes de temas importantes y recordatorios para estar preparado para los exámenes que esperaban a la vuelta de la esquina.

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Muchas gracias por llegar hasta aquí y pues nada más despedirme recordarles de dar su opinión o cualquier cosa y mucha suerte con lo que hagan o vayan a hacer.

Hasta el próximo capítulo.

Fecha de publicación: 29/11/2020

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