T R E I N T A Y T R E S

58 6 0
                                        

Ethan

Golpeo el saco de boxeo frente a mí. El entrenador ya se ha dado por vencido el día de hoy conmigo, me ha repetido que como siga así hará que me suspendan por un par de días.

Si me suspende, probablemente tendrá a un Nathan muy enojado por aquí y él es realmente odioso cuando se lo propone.

—Alguien parece un poco molesto.

Lanzo otro golpe a la vez que lo ignoro. De reojo puedo ver que el rubio luce muy divertido y no puedo evitar notar que, por primera vez en mucho tiempo, nuestros horarios coinciden.

—Y con pocas ganas de hablar.

—¿Qué haces aquí, Luke? —cuestiono sin dejar de golpear el saco.

Héctor pasa por nuestro lugar, su mirada se posa en mí y niega, antes de entrar. Y sé que estoy en problemas. Me alejo con las manos en alto, me acerco a mi toalla y empiezo a secar mi sudor, mientras espero el regaño de su parte.

—Lee, no te esperaba por aquí.

—He venido por Ethan, estoy esperando a que termine de descargar toda su frustración para poder llevármelo.

—Ha terminado, llévatelo y a ver si con un poco de aire fresco se calma.

—Estoy calmado, ¿sí?

—Llevas cinco horas aquí, el pobre saco si tuviera vida propia ya te hubiera regresado el golpe — me encojo de hombros desde mi lugar, bebo de mi agua mientras los veo cuidándome.

—No te preocupes por él, solo deja que se dé una ducha y nos vamos, sigue con tu trabajo.

—Confió en ti, Luke.

Enarco una ceja. Se nota que no conoce a Luke, no de la manera que deja de ser todo un empresario para empezar a fastidiar con el mismo tema. Y aunque nuestra relación se basa en molestar al otro, hoy no estoy de humor.

—Deja eso ahí, Ethan — me mira con pesadez y señala la puerta —. Ve, date un buen baño y apúrate, que tú y yo tenemos un asunto que resolver.

—¿De qué? —pregunto quitándome las vendas, noto como observa mis nudillos sin decir nada. Para mí, esto de hacer ejercicio para desquitarme es lo mejor, el único que lidia con mi mal humor es Héctor.

—De porque tuve que lidiar con un par de fotógrafos queriéndome vender fotos de como el novio de mi hermana le pone los cuernos —enarca sus cejas, retándome —, ¿algo que decir sobre eso?

Echo mi cabeza hacia atrás, luego niego. Esto tiene una explicación, una que espero que no suene tan mal a como se ve.

—Me daré esa ducha rápido — le hago saber mientras revuelvo mi cabello.

Genial, un problema más.

[💛]

—Así que les has dicho que sea una fuga de información —asiento mientras Luke me sigue mirando como si algo estuviera muy mal en mí —, la chica tuvo que quedarse porque casualmente el clima no ayudo.

—No digas lo del clima como si yo pudiera controlarlo.

—No, yo solo repito lo que me dices —se excusa, bebe de su vaso lleno de café cargado mientras yo sigo revolviendo el líquido de mi propio vaso. —Da igual, entonces se quedó en casa de tu mamá donde tú también te quedaste y al día siguiente es cuando hacen las fotos, te despides de ella de un beso en la mejilla, pero se ve como si la besaras. Vaya, esos fotógrafos sí que saben hacer su trabajo.

El modelo perfecto del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora