C U A T R O

242 22 16
                                        

Cuando el ruido de la alarma no te despierta y son sustituidos por ruidos de toda tu familia, sabes que no es ni será un día tranquilo.

Más bien te da la impresión de que puedes ignorarlo si te arropas y vuelves a dormir pero, claramente eso no va a pasar.

Y no es que sea fan de despertar una hora antes de lo normal, solo que no podré volver a dormir así, aunque mi alma me pide información.

Tomo mi bata, mis pantuflas de pato y bajo. No me toma más de cuatro minutos darme cuenta de ciertas cosas:

> No son dos personas las que están en la entrada, sino cuatro.

>Una de esas personas extras es mi hermano, Luke.

>Y la otra persona es Ethan.

>Ethan y Luke no son precisamente los mejores amigos

>Luke no debería estar aquí porque estaba de viaje y Ethan tampoco, porque simplemente no.

Y justo en este momento es cuando quiero subir las escaleras y mínimo no dormir, sino ver una serie o algo.

Mientras pienso que hacer me quedo en las escaleras, ¿Qué tal malo sería subir y terminar por 7ma vez Gossip Girl? Podría hacer de cuenta que nunca baje y no sé todo el escándalo que están haciendo abajo.

Suspiro, porque, inevitablemente tengo que bajar y evitar que alguien termine golpeado y al ser casa de Los Lee, no creo que Ethan sea el que las lleve de ganar.

—Buenos días, pequeños solecitos. ¿Podrían bajar la voz? La gente por aquí suele dormir a esta hora.

—Hola, cariño. Vuelve a dormir, yo me encargo de esto.

Mi papá, sensato y pacífico como siempre me regala una sonrisa que le devuelvo con mucho amor.

—No te preocupes, parece que aquí tienen toda una fiesta. — Termino de bajar los escalones restantes y me recargo en la pared — Y no me invitaron.

》Hola, Ethan. ¿Qué haces por aquí? — Creo que cualquiera correría de su ex, pero eso sería ridículo en este caso porque, vamos, estoy en mi casa y en pijama. Ni loca saldría así por voluntad propia. —Luke, ¿qué haces ahí? Mínimo saluda después de un viaje de 15 días, seremos familia pero estoy segura de que nos educaron juntos y saludar es algo que no enseñaron.

Creo que no conte como es la casa, bueno, la zona de la casa donde estamos, es algo así como una sala. Esta una escalera preciosa de madera al fondo (qué es donde baje) y da al recibidor donde estan unos percheros, unos tapetes, un par de sillones y algunas puertas que dan acceso a otras partes de la casa. Sencillo, lindo y acogedor, y quizás demasiado grande para todos nosotros.

—Hola, Sel. Venia a hablar contigo pero me encontré a tu hermano antes.

Papá, que se mantiene neutro pasa un brazo sobre un Sebastián más adormilado que nada que arrastra los pies y caminan rumbo a la cocina, probablemente para darnos espacio y también, porque seguro papá tenía hambre. Antes de irse, voltea a vernos.

—Luke, espero que te comportes. — Y dicho eso, se va.

—¿Por qué lo saludas a el primero?

Levanto una ceja preguntando ¿Es enserio?

—El acaba de llegar, no seas ridículo.

—Y yo también.

—Pero tu vives aquí, no seas llorón y ve con papá, seguro tienen mucho que hablar, los alcanzo en un rato.

No muy seguro pero sin nada más que hacer sigue los mismos pasos que papá y Sebastián, volte a ver a Ethan y le dejo ver en mi cara que esto es de lo más desconcertante porque no tengo idea de que estaba haciendo aquí.

El modelo perfecto del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora