Rubbish...

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Mucho dolor para tan poca edad.

Ningunas palabras describirían de mejor forma su infancia.

Tanto dolor acumulado año tras año, día tras día, segundo tras segundo, habían hecho de él una fortaleza impenetrable de metal, hasta el punto de llamarlo "El perro inexpresivo".

—Hasta el metal se derrite, iluso. —le regañó su hermana por cuarta vez en la semana, después de volver lleno de heridas y con un miserable pedazo de pan viejo entre las manos empapadas en sangre. Sangre que, mintiendo, dijo que pertenecía a un perro salvaje que intentó atacarlo.

Se hacía le fuerte por ella.

Aunque por dentro estuviese roto

Decía que todo estaba bien.

Aunque tuviese las manos llenas manchada de sangre.

Le daba su abrigo en las noches más frías.

Aunque sus huesos tiritaran en busca de un calor que no llegaría.

Le daría una vida mejor.

Aunque él tuviese que ser una escoria.

Años enteros viviendo día a día sin saber si a la mañana siguiente despertarían, de ver compañeros y amigos de desgracias morir por inanición o frío, de correr y robar solo para subsistir por debajo de lo necesario; nada podía denigrarlo más de lo que ya estaba.

No recordaba a sus padres, tampoco le interesaba; no es como si algo fuese a cambiar con ello.

Tirado sobre el frío suelo al que ya estaba acostumbrado, miró hacia donde debía estar el techo, pues en su lugar se alzaba la bóveda celeste manchada de infinitos puntos blancos, lilas, naranjas y rojos que titilan en pequeños intervalos.

Tener una vida como la suya solo valía la pena en esos instantes: cuando ambos, tomados de la mano, contemplaban con detenimiento el firmamento. Perdiéndose en lo profundo del universo, rezando porque su vida fuese tan brillante como Sirius, o tan bonita y cómoda como la Luna.

—Mi constelación favorita es "La Osa mayor". —dijo la niña señalando el conjunto de estrellas justo encima de sus cabezas.

—Lo odio. —sentenció su hermano soltando su mano.

—¿Por qué dices eso? Desde tiempos inmemoriales ha servido de guía para los viajeros perdidos. —no podía verla por la oscuridad, pero juraría que estaba haciendo ese adorable puchero que tanto usaba para convencerlo.

—En primera, a la estrella que te refieres es la estrella polar —la señaló —, en segunda, la odio porque se asemeja a un bote de basura.

Su hermana no respondió, se limitó a alzar una ceja dudosa de esa respuesta y centró sus ojos en la constelación.

El chico hizo lo mismo, se dejó caer en el sueño mientras las estrellas velaban por ellos.

.

.

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Estrellas.

Irónicamente, en una noche tan catastrófica como había sido aquella, las estrellas brillaban con más intensidad que nunca. En especial esas.

La osa mayor.

La vida podía ser muy cruel cuando se lo proponía.

Miró al hombre que estaba frente a él, dudó unos segundos en sí atacarlo como había hecho con la docena que yacían muertos en la hierba del bosque, caídos a manos de su habilidad. El hombre le devolvió la mirada, un reflejo de la suya: analítica y carmesí.

Supo quien era el cazador y quién el calzado.

Le dijo algo, palabras banales que no entendió del todo; no porque no las comprendiera, sino porque, viese por donde se viese, solo tenía una opción: seguir a aquel hombre.

Él sacaría a su hermana de esa vida tan sucia.

Como un animal herido, siguió el negro abrigo que no se confundía con la noche, pues el alma de quién lo portaba era más negra.

Se sintió como una basura, siendo recogida para darle alguna utilidad; pero eso era mejor que vivir el resto de tus días en un basurero.

Miró hacia atrás, asegurándose de grabar bien cada escena, a fuego vivo en sus pupilas, pues no sería la primera vez que la vería, ni de una forma tan inocente.

Sus ojos buscaron incosncientes en el cielo nocturno. Las localizaron. Ese grupito de estrellas.

«—Es mi constelación favorita».

Akuta significa "basura", nunca nos quedaría tan bien un apellido. —murmuró con aire ausente.

.

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—¿Cómo te llamas? —le preguntó.

—Akuta... Akutagawa Ryuunosuke.

«Basura es lo que soy...

Y es a donde pertenezco»

𝕋𝕙𝕖 Ⓣ︎Ⓡ︎Ⓤ︎Ⓣ︎Ⓗ︎  𝕦𝕟𝕥𝕠𝕝𝕕  |᯽| Bungo Stray Dogs |᯽| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora