Parte 5

32 4 0
                                    




karen

Llegamos juntos, no cruzamos ninguna palabra en el trayecto estaba un tanto ¿incomodo? en fin me alegraba que ni siquiera me dijera nada entre menos me relacionara con el era mejor, no quería tener una clase de amistad después de como un día anterior me jaloneo, que con solo volver a recordarlo mi cuerpo se llenaba de furia, no me gustaba que me tocaran aunque sea un solo cabello, ya se que es un poco exagerado pero así soy.

Cuando al fin llegamos le regale una sonrisa de boca cerrada lo mínimo que podía hacer el solo asintió. Bueno al menos no dio un comentario sobre el asalto en el salón, lo cual agradecí, proseguí a sentarme en mi asiento pero había una chica sentada ya en el.

—Emm si ¿hola?, te podrías mover de mi lugar.

la verdad estaba un poco todavía en shock por todo de esta mañana no podía creer que empezando el día me pasara esto, creo que lo que dije fue bastante grosero o por que su cara se presento con una mueca desagradable, mirándome desde abajo hacia arriba.

—Si bueno y tu ¿Quién eres?, aparte no veo tu nombre en este asiento para decir que es tuyo.—dijo sobre una sonrisa bastante falsa.

—Fffff... mira sabes que, quédatelo.—dije fin expresar ninguna muestra de desagrado.

En verdad no me apetecía pelearme, ya era bastante con lo de esta mañana.
Pase par de minutos buscando un asiento aunque sea roto y feo pero nada, así que me quede como idiota parada en un rincón al lado de la puerta hasta que llegara un profesor para comentarle que no había ningún asiento en toda el aula.

Lo esperé mucho y ya me estaba cansando, pero llegó el profesor que con fuerza abrió la puerta dándome en mi pie.

—¡PUT...! ¡DIOOOS!.—solté un chillido que casi me hizo decir una palabrota.

—¡Oh! Lo siento no te vi, no deberías estar alado de la puerta.

Si ya vi.

—¿Qué sucede por que estás parada?.—comento mientras caminaba a su escritorio.

—Pues no tengo asiento ¿Donde puedo conseguir uno?

—En la sala de la derecha de la escuela hay unas escaleras que te llevan al techo, ahí hay varias butacas puedes ir por una o buscar al conserje para que te la traiga, aunque mejor ve por ella, los conserjes creo que aún no han llegado.

Asentí y me fui con una cara de pocos amigos y me sentí como mensa mucho más por algo tan insignificante, llame a mi amiga para aliviarme por lo menos un momento.

—¿hola?....¿Karen?

—Si, hola ¿cómo estás?... extrañaba mucho hablar contigo.

—Obvio que si lo extrañabas no soportabas dejar de hablar con esta puta ama.—dijo entre risas.

—Chistosita pero de hecho no, no extraño eso de ti, extrañaba tus pedos que casi me mataban en clase.—Solté una tremenda risa.

Hablando con ella por una rato no me había percatado que ya solo estaba  haciendo mensa por que ya estaba donde están las butacas, caminando de un lugar a otro hablando con mi mejor amiga Patricia.

Hasta que vi subir a una chica y chico que estaban hablando entre sí, dirigiéndose hacia mi.

—Emmm... paty después me cuentas qué pasó con tu hermano tengo que hacer una cosa. Te amo.—Inmediatamente corte.

Los dos me miraban con un aire de superioridad, estaban con el uniforme de la escuela que se les veía muy bien era como ver unos dioses griegos pero con su mirada me intimidaban un poco, no era raro ver gente bonita en esta escuela.

Furia De Cometas © [En curso] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora