Blood & Purity | Sirius Black

xɪ. ɴᴜʀꜱɪɴɢ

DESPUÉS DE DOS DÍAS, JULIA SE DESPIERTA EN UNA CAMA DE LA ENFERMERÍA

Abre los ojos, y mira el techo hasta que asimila que ese techo no es el de los dormitorios. Cuando mira la cama se acuerda de Snape, del sauce boxeador, de la nota que apareció en su habitación, de esos ojos verdes y de unas garras arañando su brazo.

Siente la boca seca, su cabeza da muchas vueltas y siente como se le revuelve el estómago. A su lado, en la mesita hay algunos libros, y dulces. Y sobre una silla, una túnica que reconoce como suya, rasgada por una manga.

—Si que estabas cansada. –Madame Pomfrey se acerca con rapidez a la cama, sin saber de dónde ha salido– Has tardado dos días en despertar.

Julia no puede articular palabra, siente una pasta en su boca, y teme que su voz se rompa

—Debería avisar a Dumbledore, quiere hablar contigo. –Madame se acerca y pone una mano sobre su frente.– Pero deberá esperar un poco, tienes que tomar una poción antes. Han venido amigos tuyos. Y tu padre.

—¿Mi padre? –Si que ha tenido que ser grave para que el padre de un alumno vaya al colegio. Y Dumbledore quiere hablar con ella... ¿La expulsarán?, ¿saben de la nota anónima de Snape?, ¿Sirius estará bien?, ¿Y James? Recuerda ver a James allí.

Se toma una poción con un sabor agrio que hace que quiera vomitar, mientras Madame Pomfrey se asegura de que todo esté en orden.

—¿Van a expulsarme?, ¿dónde está mi padre? –Sus ojos se empañan e intenta incorporarse nerviosa.

—Tranquila, nadie te expulsará, Dumbledore estaba muy preocupado, él te lo explicará todo. Tú tranquila. –Consigue que se vuelva a recostar en la cama.– Avisaré a tu padre para que venga.

Una vez se queda sola, piensa en lo último que recuerda. Recuerda a James preocupado por ella, a Snape al pie del sauce boxeador, y esos ojos verdes... Esas garras... Si hay un hombre lobo en Hogwarts James lo sabía... Mira su brazo vendado, y nota dolor cuando presiona. Vuelve a presionar su brazo y vuelve a notar dolor. Alguien cercano a sus amigos debe ser un hombre lobo, y está bajo la protección de Dumbledore, solo él puede proteger a alguien. Sus amigos lo saben y quizá Snape lo descubrió.

Imagenes de sus amigos pasan rápidamente por su cabeza, las heridas de Remus, sus ausencias en algunas clases, su madre enferma cada poco tiempo, Snape amenzándolos antes del partido...

—¡Julia! –James Potter entra corriendo a la enfermería, intentando localizar a su amiga.– ¡Menos mal! Oimos que despertaste.

A los pocos segundos James, Sirius, Peter y Lily rodean la cama.

—Si, tienes muchas cosas que explicarme... ¿de verdad sabías de la capa de invisibilidad? –Debieron escuchar a Madame Pomfrey escondidos bajo la reliquia de Potter.– ¿Cuándo pensabas decirme?

Peter ve la cara de la chica y habla rápidamente. —Estos días nos hemos puesto al día.

—Vamos Evans, déjala, acaba de despertar después de dos días... –Sirius reprende a Lily– ¿Cómo te encuentras amor?

—Como si el sauce boxeador me hubiese dado una paliza.

—Entonces te sientes como te ves. –Lily pisa el pie de James con fuerza haciendo que jadee.

—Siempre tan agradable. –Julia rueda los ojos.

—Realmente nos asustaste... –Sirius desliza sus dedos entre los dedos de Julia.– ¿Qué hacías allí a esas horas?

Por primera vez se fija en Sirius, y nota su cansancio. Sus grandes ojeras marcadas, por llevar días sin dormir y con remordimientos por lo acontecido aquella noche. No pudo dejar de culparse por un momento. Tiene el pelo sin peinar, y va de cualquier manera vestido.