xɪɪɪ. ᴀᴍᴏʀᴛᴇɴᴛɪᴀ

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La primera mañana de noviembre después de todo lo acontecido días atrás en la noche de Halloween, por fin parece que será un buen día.

Sirius se despierta con los primeros rayos de sol, y es el primero en levantarse. Pese a poder disfrutar de unos minutos más en la cama, cómodo y caliente, decide salir al frío y prepararse rápido.

-Sirius... ¿Qué haces? -Un James aún medio dormido, busca con los ojos cerrados sus gafas encima de su mesa de noche.

-Duerme, voy a coger desayuno. Tengo que disculparme con Julia

-Ya no tendré que golpearte -James deja caer su brazo de nuevo en el colchón y segundos después se vuelven a escuchar sus ronquidos. Sirius se ríe y sale corriendo de la habitación.

La sala común a esas horas está completamente desierta. Colocándose bien la túnica sale por el retrato de la dama gorda, pensando en el buen día que hace. Anoche no nevó, y las temperaturas son algo agradables, quizá puedan desayunar junto al lago negro.

Anoche con la capa salió para buscar a Julia en la biblioteca. Quiso sorprenderla ayudándola con su castigo, y poder disculparse por haber sido un patán y un mal amigo, pero para sorpresa la que se llevó él. Vio como Julia se abrazaba a Remus, y a pesar de saber de su condición, no solo lo hizo sentir bien, si no que se reafirmó como su amiga. Y ver a una persona aceptando a otra, que no se acepta ni a si mismo, le conmovió. Julia es una buena chica, una buena amiga, y ahora que está en su vida, no quiere perderla. Pocas veces se encuentra a una persona así, y menos en estos tiempos tan oscuros que se avecinan.

-Tú eres Black, ¿verdad? -Un muchacho sale de uno de los pasillos, casi atropellando a Sirius. Este le mira confundido, mientras se fija en el emblema de la casa de slytherin luciendo en su corbata. Se pone tenso y aprieta la mandíbula.

-Por desgracia -El chico, que no aparenta ser más mayor que Sirius, más bien un año o dos más jóven, pone una cara como si estuviese oliendo mierda.

-Pues esto es para ti -Con un golpe en el pecho, deja un sobre, que Sirius coge al vuelo. Antes de poder ver de qué se trata, el chico sale corriendo por donde vino.

Extrañado mira el sobre, hasta que le da la vuelta, y ve en él, el emblema de los Black.

-¿No están tardando demasiado? -Julia se impacienta dando vueltas por la sala común.

-No sé por qué te preocupa tanto...

Anoche después de hablar con Remus y terminar con el primer día de castigo, pensó mucho en Sirius, más de lo habitual. Y llegó a la conclusión de que debería pedirle perdón, al menos por mentir sobre el libro. Quizá eso fue lo que le molestó tanto y se comportó tan mal con ella. No soporta estar enfadada con nadie, y menos con alguien que le gusta.

Cuando siente pasos bajando las escaleras de las habitaciones, se acerca con rapidez al descansillo de la escalera, con tanta ansiedad, que choca con James quién baja en ese instante colocándose el pelo.

-¡Julia! -Tiene que sujetar a la chica con fuerza por los hombros para que no se caiga.

-¡Ah!, eres tú... -Su tono de decepción hace que el muchacho se sienta ofendido.

-Yo también me alegro de verte, simpática.

-Perdona... Pensé que eras Sirius. ¿Sabes donde está?

-Salió temprano. -Echa un vistazo por la sala común y vuelve la mirada a Julia.- Quizá esté fuera, madrugó mucho.

-¿Dónde puede estar?

-No sé, dijo algo de coger el desayuno y disculparse contigo. -A pesar del todo despreocupado de James, a Julia le da un vuelco el corazón.

-¡James! -Lily lo regaña mientras le da un golpe en la cabeza.- ¡No bromees!

Blood & Purity | Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora