Blood & Purity | Sirius Black

ɪx. ᴛʜᴇ ᴍᴀᴛᴄʜ

—DE ACUERDO, ¿QUÉ PASA?  –Julia deja su tostada en el plato después de soportar durante demasiado tiempo la mirada de James.

Ambos están en el gran comedor desayunando. Quedan solo dos horas para que de comienzo la temporada de quidditch para gryffindor, James no está tan temprano levantado por los nervios, está todo lo nervioso que se puede estar antes de un partido, cuando lleva siendo el cazador del equipo de su casa cuatro años.

Simplemente le gusta desayunar solo, sin ninguno de sus molestos amigos.

En cambio Julia siempre suele madrugar, aunque no lo quiera. Y cuando bajó temprano al salón, encontrándose con un James Potter ya vestido y mirando al fuego, decidieron bajar a desayunar.

Además de que ya habían tenido su primera semana de exámenes, donde se vieron muy poco. Cada quién se preparó para sus exámenes y se mantuvieron ocupados, aunque Julia duda que los merodeadores hayan estado estudiando todo el tiempo.

—Nada. –James vuelve la vista a su desayuno momentáneamente. Para cuando Julia vuelve a llevarse la tostada a la boca, James la está mirando nuevamente.

Están uno frente al otro, comiendo en un cómodo silencio. Hay pocos alumnos desayunando a estas horas, así que el gran comedor está demasiado tranquilo.

—¿Se puede saber qué te pasa? –Esta vez tira la tostada con fuerza, haciendo que James pegue un bote en su sitio.– ¿Qué?, no es cómodo que alguien te mire fijamente mientras comes.

—Nada. –James una vez más vuelve la vista a su plato, pero una vez más vuelve a mirar a la chica– Es solo que trato de entender por qué no le dices a Sirius que te gusta.

Julia siente como el trozo de tostada le va por mal sitio, y empieza a toser. Se lleva el vaso de zumo a la boca, e intenta que el pelo le tape gran parte de la cara, que a estas alturas está más que roja.

—No me gusta Sirius

—He convivido con gran parte de la población femenina que se ha enamorado de mi mejor amigo, sé reconocer esa mirada que tienes –Esta vez sin disimular ni un poco, apoya su cabeza en su mano, para mirar a su amiga.– Deberías decírselo

—Creo que has descansado muy poco. –Julia da por terminado su desayuno, desde luego que se le ha quitado hasta el hambre. ¿Tan obvio es?

—¿Sabes? Puede ser muy ligón, pero ante los sentimientos es demasiado ciego, no se dará cuenta. –Sigue insistiendo.

James Potter si es algo, es observador, y conoce a Sirius Black como la palma de su mano. Tanto, que es capaz de entender y dar palabras a los sentimientos que Sirius no verbaliza, e incluso aquellos que no sepa ponerlos nombre.

Durante años ha sido testigo de las múltiples muchachas que han pasado por su vida de forma esporádica, sin nunca prometer ningún compromiso, y él entre todas las personas sabe que en el fondo, se está negando sentir algo que pueda durar más de dos sesiones de besos. Y si cree que alguien puede hacerle dejarse llevar, y hacerle feliz, es Julia Shallow.

—¿No tienes un partido por el que preocuparte? Puede que hufflepuff os gane si no te concentras

—¿Sabes?, eras más agradable cuando te dedicabas a observarnos desde la distancia. –James entorna los ojos con malicia– Incluso me parecías más agradable cuando me atropellaste con el carrito.

—Nunca olvidarás eso, ¿verdad?

—Jamás.

Ambos se quedan en silencio. Parece que James finalmente se rinde, y empieza su desayuno.