Blood & Purity | Sirius Black

ɪᴠ. ᴛʜᴇ ꜱᴇᴄᴏɴᴅ ꜰᴀᴠᴏʀ

—VAMOS, DESPIERTA –Siente como un par de manos mueven sus hombros con rapidez.

Está profundamente dormida, casi lloriqueando cuando Lily la despierta, siente que no ha dormido más de dos horas.

-¿Se puede saber qué te pasa? -pregunta con las manos en su cintura- Si no te levantas, llegaremos tarde.

Inmediatamente se arrepiente de su escapada nocturna, mientras se remueve entre las sábanas y mantas, cerrando de nuevo los ojos.

-Tenemos clase con Mcgonagall a primera hora, no querrás llegar tarde. -Y con esas palabras, Lily abandona la habitación.

Poco a poco siente que el sueño la invade de nuevo, y se deja llevar, hasta que nota a los segundos la pequeña lengua de Tim besando su cara.

-Basta, basta, estoy despierta.

Consigue despertarse completamente, y prepararse para sus clases a tiempo. Tiene que saltarse el desayuno, pero consigue llegar a su primera clase cuando aún quedan algunos minutos.
Aún no ha pensado en cómo explicar a la profesora Mcgonagall que se dejó los deberes de nuevo en la biblioteca.

¿Cómo pudo ser tan estúpida, de estar toda la noche fuera, siguiendo a James y Sirius, y no se la ocurrió ir a la biblioteca antes de volver a la cama? Literalmente se estuvo toda la noche despierta, para nada.

-Pensé que no llegabas -Lily a penas deja que se siente cuando ya está disparando información- Anoche hubo ataques a familias muggles que tienen hijos aquí, en Hogwarts. No se sabe exactamente qué familias son, supongo que Dumbledore sepa algo pero no nos lo dirá hasta que no salga de manera oficial en el profeta.

Julia suspira. Si algo hubiese pasado a su padre, no tiene duda alguna de que ya lo sabría, así que dentro de lo que cabe, se mantiene tranquila.

-¿Crees que pueda haber una guerra? Al principio todo el mundo pensaba que quién tu ya sabes solo era un loco, pero ahora no parece que solo sea eso... Tiene seguidores.

-Creo que estando Dumbledore vivo, quién tu ya sabes no tiene nada que hacer.

-Crees que... ¿algo pueda pasarnos?, ya sabes... nuestra sangre no es pura, al menos la mía...

-Creo -empieza a decir Julia mientras algunos alumnos entran a clase- que mientras estemos aquí, bajo el amparo de Dumbledore, nada podrá pasarnos.

Lily aún con la cara descompuesta, asiente a su amiga mientras saca los libros y los pergaminos para la clase.

Mientras, Julia intenta localizar a James y Sirius, quienes llegan con una gran sonrisa y se sientan al fondo. Ambos llevan sus uniformes bastante arrugados, y las corbatas y sus camisas a medio atar, con el pelo desordenado. Y se veían radiantes, como si hubiesen dormido las horas necesarias.

Gruñendo saca los utensilios para su clase, mientras Mcgonagall pide silencio para empezar la clase.

-Permitidme que os devuelva vuestros deberes de la semana pasada. Severus, aún me debes esos deberes. ¡Nada de excusas! -eleva la voz antes de que Snape consiga protestar. Al fondo de la clase nota risas ahogadas, y sabe a quienes pertenecen.

-Espero que los deberes de esta semana estén mejor que esto que os estoy entregando. Nadie se graduará este año si seguís entregando estos trabajos.

Julia se encoge en su asiento mientras la profesora comienza a recoger los pergaminos. Lily a su lado tiene los deberes preparados, y una postura orgullosa, aunque sabe que por dentro está enfadada consigo misma por no haber entregado el mejor trabajo la semana pasada.