Blood & Purity | Sirius Black

xᴠ. ꜰᴇᴇʟɪɴɢꜱ

-¿Una tostada? -James ofrece el plato de tostadas a Julia.

-Gracias. -Toma una tostada del plato, y empieza a desayunar, mientras Peter rellena su vaso con zumo de calabaza.

Hoy el día comienza algo raro para todos. Todos están más callados que de costumbre, y puede ser que se deba a que falta Sirius.

James está preocupado, desde que se ha levantado lo acompaña su entrecejo fruncido, al mirar a su lado y ver la cama de su mejor amigo perfectamente hecha. No ha pasado la noche en la habitación, lo que suele suceder bastante a menudo, pero rápidamente lo encuentran sobre el sofá de la sala común, esperando a que todos despierten. Pero esta mañana eso no sucedió. Sirius no está por ninguna parte.

Y él sabe dónde puede estar, lo que le enfada y decepciona aún más. No es sorpresa para él, ni para sus amigos de dónde suele pasar algunas noches. Todos conocen su relación especial con Marlene. A ninguno les hace gracia, y menos a James, quién piensa que lo que Sirius necesita es que alguien le quiera realmente, y tener una relación estable, no sexo casual. Y pensó que eso estaba cambiando con su nueva amistad con Julia. Durante semanas pensó qué ambos estaban muy unidos, y que era cuestión de tiempo que Sirius sintiese amor por ella, y esa teoría se fortalecía con cada día que pasaba sin que Sirius acudiese a Marlene. Pero una vez más, se equivoca.

Nadie habla en la mesa, y lo que comen lo hacen en silencio. Lily y Julia no entienden que les pasa, y aunque notan la ausencia de su amigo más alborotador, no le dan importancia. Julia piensa que puede haber recibido otra carta de su familia, igual por eso no está con ellos. Pero aún así preguntó cuando vió a sus amigos en la sala común por el pelinegro. Se miraron incómodos mientras James respondió con una evasiva.

A todos se les hacía incómodo tener que explicar que Sirius estaba con una chica, cuando todos sabían lo que Julia siente por él.

Pero es aún más incómodo el momento en el que casi acabando la hora del desayuno, las puertas se abren con un estrepitoso ruido, dejando ver a Sirius junto a Marlene. Ambos incómodos por las miradas de todo el colegio sobre ellos. Ambos aparecen con la ropa del día anterior, sin arreglarse, toda arrugada y mal puesta como si se hubiesen quedado dormidos y no tuviesen tiempo de arreglarse, sin ducharse ni peinarse.

Julia se alegra de ver a Sirius, pero siente como su estómago se le da vuelta cuando ve a Marlene, y ambos igual de desarreglados. No hay que ser muy observador para notar la tensión entre ellos. Han pasado la noche juntos. Por un acto reflejo, quita la mirada de una imagen que le duele, y mira a James, quizá en busca de apoyo, pero está mirando su plato. Como si a él también le doliese esa imagen.

Sirius se sienta junto a James, y Marlene junto a Julia, no hay casi espacio en la mesa, así que ambos tienen que acomodarse para dejarles espacio.

Julia de pronto se siente incómoda, y a penas se mueve para no tener que tocar a Marlene, quién huele a sexo. Siente como tiene ganas de vomitar, y de llorar.

Ella ya sabe que Sirius no siente nada por ella, y que nunca podría sentirlo. Y por mucho que le dedique palabras bonitas, sonrisas, guiños, y noches juntos, nunca podrían cambiar esos sentimientos. Pero verlo junto a otra mujer, hace que su corazón se rompa. Y tiene ganas de odiarlo, de odiarlo mucho y darle un buen bofetón. ¿Por qué? Si tiene algo con alguien más, ¿por qué invitarla a ella a casa de sus padres?, ¿por qué no Marlene?

Aunque no lo quiera admitir, su propuesta la hizo sentir especial. Es lo suficientemente cercana a él como para que le pida ese favor. Y pensó solo por unos instantes, que quizá deberle un favor, o varios, no era la única razón de su propuesta. Pero quizá es la opción fácil.