[...]
Como un río, como un río
Cerrá la boca y recorreme como un río
¿Cómo nos enamoramos?
Más duro que el impacto de una bala
¿Cómo nos separamos?
Más rápido que un gatillo fácil de disparar
[...]
No lo digas, no lo digas
Solo un suspiro lo rompería
Así que cerrá la boca y recorreme como un río
Cerrá la boca, bebé, quieto y entrégate
¿Manos sagradas me harán una pecadora?
Como un río, como un río
Cerrá la boca y recorreme como un río
Asfixiá este amor hasta que las venas empiecen a temblar
Un último aliento hasta que las lágrimas empiecen a marchitarse
Como un río, como un río
Cerrá la boca y recorreme como un río
Cuentos de un corazón sin fin
Maldito está el tonto que está dispuesto
No podemos cambiar como somos
A un beso de la muerte
[...]
River, Bishop Briggs
La realidad me golpeó a la mañana siguiente. Me quería morir de la vergüenza. Ya de por sí pensar en él estaba fuera de cuestión, actuar como desesperada y llamarlo era... ridículo. Yo no era así, me había jurado no sentir, no dejar entrar a nadie porque sabía que, tarde o temprano, se terminaría rompiendo en mil pedazos. Y no tenía ni el tiempo ni la paciencia para juntar los pedazos al final. Patético.
Y para sumarle preocupaciones a mi existencia, papá empezaba a acercarse a su sobrina preferida. No me gustaba esto ni un poco, ¡Candelaria ni siquiera era una cazadora! ¿Para qué la quería? Como si tener a mi mejor amiga metida en su mierda no fuera suficiente, ahora recurría a una de las hijas de su hermano menor, ¿¡qué mierda tenía en la cabeza?! Pero conociendo a Salazar, lo hacía porque quería algo de ella. Era mi trabajo descubrirlo y sacarla de todo esto cuanto antes, podría no tener mucho trato con ella, pero tampoco le deseaba mal. Y mal es lo que irremediablemente le vendría si seguía por el camino que el jefe le marcaba.
Salazar me había enviado a Argentina por unos días para ayudar con el entrenamiento de unos cazadores de Paraná. Nada del otro mundo y nada que ningún otro cazador no pudiera hacer, así que naturalmente desconfié de sus razones para enviarme allí. Y fui sola, ya que cuando le propuse a Melissa para que fuera conmigo, se negó diciendo que ya tenía demasiado trabajo con los nuevos cazadores uruguayos para encima irse a trabajar con unos argentinos. Sí, claro... De todas maneras cumplí con mi sentencia en el exterior y volví todavía más desconfiada.
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Hijos de la Luna: La Luna del Cazador [LIBRO 2] [TERMINADO/COMPLETO]
WerewolfLa brillante luna del cazador luchaba por abrirse paso entre los nubarrones que la cubrían, testigo de los crímenes a punto de cometerse aquella noche. Los dos bandos enemigos listos para terminar con el otro. Esa tormentosa noche una vida se perder...