Capitulo 4

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Alex se pasó diez de los treinta minutos que Tobin le había concedido en el establo, tratando de ponerse presentable por si acaso se encontraba con Ashlyn o con Ali en la casa. No quería que ninguna de las dos llegara a la conclusión de que Tobin y ella habían estado apunto de tener sexo en el heno, aunque no paso. Desgraciadamente, no habían llegado a hacer el amor.

En realidad, tal vez no hubiera sido algo tan desafortunado. Tobin había visto lo que ella se había negado a admitir. No estaba preparada para realizar el compromiso que; debía llevar aquella intimidad. Y lo más importante, era que no estaba segura de que Tobin estuviera preparada para aceptar compromiso alguno.

Si ella hubiera sido otra persona, tal vez aquello no habría importado. Podrían haberse divertido juntas y luego separarse como si no hubiera ocurrido nada. Sin embargo, Alex había descubierto que no se le daba bien el sexo imprevisto. Si se paraba a pensarlo, tampoco se le daban mucho mejor los compromisos. Tenía dos divorcios que lo conformaban.

Cabía la posibilidad de que se hubiera precipitado al matrimonio por la creencia de que el compromiso y el sexo siempre iban de la mano. Tal vez había llegado el momento de separar ambos conceptos y no dar por sentado que, porque Tobin y ella tuvieran una deliciosa química entre ellas, estaban capacitadas para comprometerse de por vida.

Se ató la blusa con un nudo por la falta de botones.

Mientras no hiciera ningún movimiento brusco, conseguiría pasar la prueba.

Mientras iba camino a la casa, Alex se sumió de nuevo en sus pensamientos. Si no se le daba bien el sexo imprevisto ni el matrimonio, ¿qué se le quedaba?

Era mejor que lo averiguara rápidamente, dado que el deseo que ardía entre Tobin y ella no era algo que pudiera ignorar para siempre. Estaba claro que iban a acostarse juntas, lo que faltaba por ver era en qué términos.

Mientras se acercaba a la casa, oyó que Ashlyn y Ali charlaban en la cocina, por lo que se dirigió hacia la puerta principal y subió corriendo la escalera.

Se lavó la cara y se aplicó un ligero maquillaje.

Cuando se hubo cepillado el cabello, se sintió un poco mejor. La ropa limpia consiguió el resto.

Bajó la escalera, dispuesta a salir rápidamente por la puerta, pero Ali se lo impidió.

—¿Vas a alguna parte, Alex? No te creas ni por un segundo que no vi cómo rodeabas la casa y subías rápidamente con la esperanza de que no nos diéramos cuenta. Y ahora pensabas hacer lo mismo. Creo que está tramando algo —añadió, volviéndose hacia Ashlyn, quien observaba la escena con diversión en el rostro— Creo que está tratando de ocultarnos algo, ¿no te parece?

—Creo que sí.

—Si tuviera que dar mi opinión, diría que tiene una cita.

—¡Pero Ali! Si voy vestida con unos vaqueros viejos y una camiseta. ¿Por qué piensas eso? No se puede decir que esta ropa sea muy sugerente para una cita.

—Tal vez en otra mujer no, pero en ti—dijo Ashlyn—En esto, estoy con Ali.

—¡Por el amor de Dios! —protestó Alex—Voy a cenar con Tobin. Ya está. No hay más misterio. Ni romance. Solo una cena.

—¿En su casa? —preguntó Ash, extrañada.

—Sí, ¿por qué no? Eso no tiene ninguna importancia.

—Va a casa de una mujer, ella va a cocinar y se pregunta por qué nos extrañamos —comentó Ali, con una sonrisa—Alex, creo que llevas demasiado tiempo fuera de circulación. Claro que tiene importancia.

Estrella Oculta (Cinco Amigas 04)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora