1.08 [I Hate My Life]

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viii. I Hate My Life

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   PARA MARLENE, el inicio de su cuarto curso podía definirse en cuatro palabras: Podría haber sido peor.

  Siendo sincera, esperaba una avalancha de bullyng y malos tratos de parte de sus compañeros, y más que nada de sus compañeros de casa. Pero se había encontrado con que lo único que hacían eran murmurar a sus espaldas, y mirarla con miedo cada vez que pasaba por al lado de ellos.

  Estaba segura que Mary y Fénix habían contribuido a que nadie se metiera de forma directa con ella, ya que los había encontrado varias veces amenazando (en el caso de Mary advirtiendo) que no se metieran con lo que no les importaba, aun más si eran los compañeros de sus propias casas.

   De todas maneras, eso no era lo único que ocupaba lugar en su cabeza. El hecho de no haber descubierto cual era esa "runa" que tenía en el hombro la desesperaba.

  Quería, no, anhelaba con todo su corazón el poder encontrar que era o para que servía. Todas sus fuentes eran puros libros que en un pasado pertenecieron a su madre, pero no había nada en ellos lo bastante útil.

  Marlene no era una persona que vivía en la nostalgia, prefería dejar esos sentimientos bien enterrados, pero cada vez que pensaba en como su madre podría estar junto a ella ayudándola a encontrar la solución a su problema, una sensación de angustia le recorría el cuerpo.

  Además, sumemosle el hecho de que la marca no había dejado de dolerle desde ese día en la Biblioteca con Hermione.

 
  Ahí estaba nuestro tercer problema, Hermione Granger.

  Marlene se sentó en uno de los pasillos, aprovechando su hora libre, y comenzó a pensar en ella.

  Si bien Lionne no era el problema, los sentimientos que empezaban a surgir cada vez que estaba cerca de la castaña se hacían más y más fuertes, y tenía que admitir que tenía un poco de miedo.

   Marlene nunca fue de relaciones serias, y mucho menos largas. Había estado con algún que otro chico, y había salido con alguna que otra chica, pero nada importante. Una parte de ella la obligaba a separarse de ellos, no sabía porque, pero una extraña teoría le decía que era por miedo a desarrollar sentimientos demasiados fuertes, y comenzar a depender emocionalmente de la otra persona.

  Tenía miedo que, en la más mínima acción mala o incorrecta que hiciera, la Leona se alejara de ella para siempre.


𝚒. 𝚌𝚊𝚜𝚜𝚎𝚝𝚝𝚎𝚜 || Hermione Grɑnger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora