1.05 [Padfoot]

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v. Padfoot

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  AL ENTRAR al Gran Comedor para desayunar, lo primero que Marlene hizo fue buscar a sus amigos con la mirada, pero no parecía haber ningún rastro de ellos.

— Por Merlín, Black, ¿Un tren te atropelló? —escuchó a sus espaldas.


  Para que mentir, así se sentía ella.
Primero, estaba completamente cansada, ya que la noche anterior sus compañeras de cuarto tuvieron la maravillosa idea de hablar hasta por los codos, haciendo que Adhara terminara por conciliar el sueño demasiado tarde. Como consecuencia, esa mañana se habia levantado y su corazón casi se sale de su lugar al ver como estaba por llegar tarde para desayunar. Se vistió rapidamente, haciendo que su corbata quedara totalmente mal hecha y su uniforme medio torcido, y ni hablar de su cabeza, tuvo que atárselo para que no se notara el nido de pájaros que había en el.

  En fin, se dió media vuelta para ver a los gemelos Weasley, quienes habían hecho aquel comentario tan amable.


— Ya quisiera —respondió—. ¿Creen que los leones me salten al cuello si me siento con ustedes? No encuentro a Fénix ni Mary por ningún lado.

— A quien le importe que piensen —dijo Fred mientras le ofrecía un papel que parecía ser su horario—. El Prefecto de tu casa me pidió que te lo diera —respondió al ver como Adhara iba a preguntar como era que tenía eso.

  George la abrazó por los hombros y comenzaron a caminar hacia la mesa de los leones— Los nuevos horarios de tercero —anunció sentándose a un lado de Potter -. ¿Que te ocurre, Harry?

—Malfoy —respondió Ron, sentándose al otro lado de Fred y hechando una mirada desafiante a la mesa de Slytherin.

  Marlene alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy repetia su pantomia. Rodó los ojos y volvió su vista a los leones, pero sus ojos se posaron en la castaña sentada a su lado, que parecía no querer dejar de leer uno de sus tantos libros.

  — Ese imbécil —comentó George sin alterarse—. No esta tan gallito ayer por la nocha, cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos. Vino corriendo a nuestro compartimento, ¿Verdad, Fred?

— Casi se hace pis encima —confirmó Fred, mirando con desprecio a Malfoy.


  Adhara hubiera pagado millones por ver eso, ya tenía algo con lo que molestar al pequeño Malfoy.


— ¿Te quedaste dormida? —preguntó Hermione a su lado, sin despejar la vista del libro.

— En realidad decidí hacer un cambio de look, ¿Tú que opinas? —respondió sarcásticamente.

𝚒. 𝚌𝚊𝚜𝚜𝚎𝚝𝚝𝚎𝚜 || Hermione Grɑnger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora