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La gemela menor de los Maximoff terminó de guardar algunas pertenencias en un pequeño bolso y lo cerró con lentitud.
Se acercó a la ventana y abrió las cortinas, recargandose en la ventana, se dedicó a observar cómo la nieve caía sobre el piso del jardín y cubría todo a su paso.De pronto se dejó llevar por sus recuerdos, aquellos bellos recuerdos de su niñez, todos esos momentos tan lindos que había pasado junto a sus padres y su gemelo. Aquellos momentos de total felicidad, en los cuáles quisiera vivir para siempre, aunque eso no se podía. No pudo evitar recordar aquella noche cuando tenían 10 años y perdieron todo. Su mente trajo la imagen de su gemelo y sonrió al pensar en todo lo que él había hecho por ella alguna vez. No podía creer que había estado cerca de perderlo en aquella batalla en Sokovia, había sido doloroso creerlo muerto, verlo tan herido como estaba, ni en sus peores pesadillas lo habría imaginado, sin embargo gracias a Cho y Stark habían logrado salvarlo, para la castaña habían sido días agobiantes pero finalmente la felicidad que sintió al verlo, practicamente volver a la vida, la superó por completo.
Los golpes en la puerta la hicieron sobre saltarse y dejar aquellos recuerdos. De inmediato apartó la vista de la nieve y miró la puerta. Con sus poderes se encargó de abrir la puerta y ahí pudo divisar a Visión sonriéndole cálidamente.
—Hola, Vis —Wanda sonrió y cerró las cortinas para luego alejarse de la ventana.
—Hola, Wanda. La cena esta lista y me preguntaba si querías cenar conmigo. Yo no voy a ingerir alimentos pero podemos acompañarnos —explicó Visión.
Wanda sonrió con ternura y asintió. El androide había sido muy lindo con ella desde un inicio. A pesar de que Pietro trataba de mantenerlo lejos de su hermanita, él seguía ahí, ayudándola y aprendiendo juntos cosas nuevas. Ya le habían dicho que Visión buscaba algo mas allá de una amistad, puesto que el androide estaba comenzando a experimentar nuevas emociones, entre ellas el amor, sin embargo Wanda nunca había hecho caso de esto y trataba de mantenerse a raya pues su corazón le pertenecía a alguien más y de ningun modo quería lastimar a nadie.
—Voy a buscar a Pietro y asi cenamos antes de viajar a Wakanda —la castaña pasó a su lado.
Visión solo abrió la boca a punto de hablar pero Wanda ya había salido a buscar a Pietro a su habitación.
Justo cuando la castaña iba llegando a la habitación que pertenecía al platinado, este salió con una sonrisa que Wanda no le había visto hacía mucho tiempo atrás. Seguramente había avanzado en algo con sus poderes o le había hecho alguna broma a otro vengador como para estar tan feliz.
—Pietro —ella lo llamó al verlo pasar de largo a su lado, distraido, sin siquera notarla.
—¿Eh? —el sokoviano parpadeó varias veces y la miró.