Me bajé de mi auto estacionado, y observé las luces giratorias del edificio. Me reí al pensar que parecía que iba a un puticlub. Mientras me iba acercando a la entrada del lugar, me puse la capucha de mi buzo para ocultar mis pintas desaliñadas, porque podía ver unas cuantas personas afuera; y supuse que alguien querría sacarse fotos conmigo.
Y así fue. Ni bien aparecí en la entrada, un grupo de chicas se acercaron a mí a pedirme fotos.
—¿Puedo sacarme una foto contigo? —me pidió otra chica.
Miré a la fan y le sonreí. Sinceramente, quería entrar al evento lo antes posible, pero no podía negarles fotitos a mis fans. Me acerqué a ella, sonreí y nos sacamos dos selfies, para que pudiera elegir la más linda. Después de excusarme, entré corriendo al evento al que me habían invitado.
Era una especie de convención, pero en vez de ser Anime o Videojuegos, era de música. Jamás había asistido a esas cosas, por lo que estaba nerviosa. Además, me iban a entrevistar en un panel junto con otros artistas del momento, lo cual implicaba presión para mí, pero podría con todo.
Eso sí, lo que más me preocupaba era tener que haber ido sola. Paulina llegaría mucho después, ya que estaba en reuniones, así que no tenía ningún apoyo en ese momento.
Pero podría con todo... ¿Verdad?
Suspiré. Me adentré en el estadio, luego de haberme identificado con los guardias, y me sorprendí de lo grande que era ese lugar y lo creativos que eran los stands. Había un stand de karaoke, había otro con platillos de dj, había uno con un instrumentos; era el sueño de cualquier aficionado a la música.
Lamentablemente, tenía que ir backstage para prepararme para el panel, pero sin dudas, revisaría cada stand de la convención después de las entrevistas.
Crucé el salón enorme y caminé detrás del escenario, donde un grupo del staff daba órdenes a los de iluminación. Me acerqué a ellos, para preguntarles dónde estaban los camerinos.
—Nombre, por favor. —me dijo uno de ellos sin mirarme, mientras sacaba una planilla con nombres anotados.
—Mara Miller.
Al escuchar mi nombre, el chico alzó su cabeza y sus ojos se iluminaron.
—¡Muchas gracias por asistir a nuestro evento, señorita Miller! Es un honor recibirla. El camerino está junto a los baños, junto a aquella escalera.
Agradecí, y me marché rápido hacia donde me había indicado.
Tenía que alistarme con las estilistas que habíamos contratado y saldría al panel junto con otros artistas del momento a responder preguntas de los fans y de la prensa. Estaba ansiosíma. Mis fans siempre tenían preguntas interesantes por hacerme.
Después de que las chicas me pusieran bien linda, los del staff me llenaron a cables del micrófono y me indicaron hacia dónde tenía que ir.
Estaba lleno de gente yendo y viniendo, estructuras de metal por todos lados, sin dudas, no era un camino fácil de atravesar. Especialmente, por el catering que estaba a un costado. Me estaba tentando muchísimo ir y agarrar una medialunita. Me moría de hambre. Lamentablemente, eso tenía que esperar, y caminé a paso apresurado entre la gente.
Me llegó mensaje de Paulina y mientras caminaba hacia las escaleras del escenario, lo fui leyendo.
pau: MARA
pau: NARA
pau: MARA ESTA AHI
yo: quien?????????
pau: MARA TRUENO ESTA EN EL EVENTO
Levanté rapidamente la mirada de mi celular y escaneé la zona del backstage pero no había rastro de él. Por un momento creí que sería cierto. Puse mi mano en mi corazón para calmar los latidos, y puteé a Paulina por mensaje. Guardé mi celular en el bolsillo trasero y me acerqué hacia un pibe que me hacía señas, indicándome que era mi turno de subir al escenario.
Me hizo 3,2,1 con los dedos y al instante puse la sonrisa más grande que podría entrarme en la cara, y subí las escaleras para recibir al público, que nada más verme pegó gritos de alegría. Saludé con la mano y corrí hacia mi asiento que estaba al final de un costado del escenario. Era la primera invitada en estar sentada en la mesa blanca alargada, y parecía que eran unos cuántos, porque habían al menos siete asientos más.
Al lado mío, tenía uno reservado para Paulina, quien me había dicho segundos atrás que ya estaba entrando al edificio.
Comenzaron a llamar a los otros artistas, la mayoría de ellos, españoles. Los saludé ni bien se sentaron e hicimos pequeña charla mientras esperábamos a los últimos anunciados. De repente, escucho que anuncian a Duki, y asomé la cabeza sorprendida para verlo subir al escenario.
No sabía que iban a invitar a artistas argentinos, por lo que quedé anonadada.
Lo saludé de lejos, sintiéndome un poco más cómoda de tener un amigo en el lugar. Definitivamente tendría que preguntarle qué carajos hacía allí y porqué nadie me había avisado que vendría, pero eso sería más tarde.
Solo faltaba un artista más. En mi cabeza estaba imaginándome miles de nombres posibles, porque había uno en especial que no quería que fuése cierto.
Sin embargo, el destino jamás estaba a mi favor, y lo nombraron justo a él.
—Y por último, Truenooo —gritó el presentador y el morochito más lindo de mi mundo apareció en el escenario.
Caminó a su lugar, sin hacer contacto visual conmigo. Aunque yo, por alguna razón, tenía los ojos pegados a él. Ni bien se sentó, miró hacia donde yo estaba y me tiró una sonrisa indescifrable.
Listo. Me retiro, pensé.
La velada sería larga me temía, y no estaba equivocada.
