Epílogo.

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¿Quién Entiende Este Amor?.

Lo ama. Más que a su vida. Al chocolate. A la cocina.

Tiempo de matrimonio: Ni ellos lo saben.

Integrante nuevo de la familia: Aún no lo han pensado.

Vida sexual: Son un par de conejos...

Si le preguntan, él contesta:

Lo amo y eso es lo que importa.

Le tiene el alma en un hilo, cada movimiento, cada caricia, cada beso, todos esos detalles hacen que cada día se enamore de él.

Mientras lo ve el corazón le late desenfrenado. Siente sus entrañas retorcerse con ese...

A pesar de que entre ellos quedó el acuerdo de nunca medir tiempos ni marcar las fechas importantes, él sabe perfectamente que para su amor era una misión imposible, ese muchachito le regalaba la mejor de las sorpresas cada cierto tiempo.

Y hoy era una fecha importante.

El restaurante rebosa de gente. Cócteles. Martinis. Ron. Tequila. Whisky. Mezcal. Una fantástica banda ambientando.

- ¿Podrías dejar de verlo asi?, A kilómetros se puede notar ese gran problema entre tus piernas - Diego le guiñó el ojo, una sonrisa socarrona se dibujó en ese rostro.

Bueno, quizá estaba pensando en esa imagen, un muy bonito conjunto de lencería de color negro, la sensualidad de un color tan profundo con lo delicado de la piel blanca, esas prendas amoldadas al cuerpo y resaltando las curvas. Divino, completamente divino ante personas con dos ojos en perfecto estado.

Sus ojos se encontraron y en esos labios se dibujó una sonrisa tímida ante su mirada, los rizos ondeantes, la miel resplandeciente en los ojos.

No piensa, solo actúa. Por eso va hasta él, tomándole la mano y yendo juntos hasta donde los músicos tocan, cambiando completamente el ritmo tranquilo a un ritmo tropical exquisito.

El micrófono en una mano y con la otra agarrando la cintura de su amor. Los ojitos mieles le enseñaban nervios, sorpresa. No era la primera vez que se mostraban así frente a todos los comensales y sin embargo, a ese pequeño ser le invadían los nervios al ser visto por tantas personas.

Una mirada, una sonrisa y un ligero apretón, bastaron para brindar confianza, las notas empezaron a sonar. Rumba recorría las venas del rizado.

Él, Él Dice Que Me Quiere.
Él, Después Dice Que Me Odia.

Él Amanece Un Día Sonriente, Otro Con La Cara Amarga, Complaciente, Indiferente.

Y, ¿Quién Entiende Este Amor?.

(¿Quién Entiende Este Amor?, ¿Quién Entiende Este Amor?).

Él, Es Verdad Que Él Es Muy Bello.
Él, Él Todo Es Misterio

A Él Yo Le Quiero Sus Defectos,
Para Mí Todo Es Perfecto Cuándo Estamos En La Cama.

Y, ¿Quién Entiende Este Amor?.

(¿Quién Entiende Este Amor?, ¿Quién Entiende Este Amor?).

Atemporal | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora