Manu y Dan son hermanos de padres separados y no se conocen mutuamente.
Manu entrena con su padre y tiene una vida de alto noble.
Dan se entrena con su madre y tiene una vida de erudito.
Dan hereda el apellido de la madre "Naroa" al igual que sus capacidades mágicas y alquímicas (hacer pociones y sanar) y aprende a usar la espada.
Manu aprende de su padre el arte de la guerra y a manejar la alabarda con maestría y obtiene conocimiento general de otro puñado de armas.
Una rivalidad con un alto noble lo obliga a huir de sus tierras cuando éste consigue un altísimo cargo en el reino, por lo que Manu se ve forzado a cambiar su identidad de Manuel González a Manuel García.
Antes de su huida su padre le dice que tiene un hermano perdido y le indica cómo encontrarlo. Durante su viaje Manu atraviesa un bosque y se encuentra con el rastro de alguien, inocente él pensando que es su familia, sigue las huellas y acaba encontrando a un ser de aspecto descuidado y ropa rasgada con una ballesta de una calidad que contrasta muchísimo con el resto de su persona.
Cuando Manu se le acerca el individuo le gruñe por lo que Manu levanta las manos y aquel ser se acerca a olisquearlo y murmura:
-Quiero comida. Dame comida.
Manu lentamente mete la mano en la bolsa de víveres y le acerca un trozo de pan, cuando el muy ruín aprovecha para arrebatarle la bolsa, dejando a Manu con el trozo de pan en la mano y se da un paso hacia atrás riendo a carcajadas. Manu aprovecha este momento de celebración para asestarle un puñetazo en la cabeza dejándolo inconsciente.
Cuando el ser abre los ojos se encuentra recostado en el tronco de un árbol con Manu recostado en otro árbol mirándole fijamente.
-Esa no es manera de tratar a quien te ayuda. - Dijo Manu con mucha seriedad.
Este ser a modo de disculpa decide guiarlo a través del bosque el cual conoce como la palma de su mano.
-¿Sabes si una mujer vive en este bosque con su hijo?
-¡Sí! ¡Sí! Los conozco. Ven, sígueme, te llevaré con ellos.
Tras unas horas de viaje Manu vislumbra una columna de humo entre los árboles y se tranquiliza al saber que aquel chico no le había mentido.
-Aquí estamos. Aquí estamos.
-¡Arkímedes! ¡Has vuelto! ¡Ves madre, te dije que volvería! ¿Quién es ese que te acompaña? - Dice un chico que tiene ojos de diferente color.
-Soy Manu. Y vengo en busca de Mairán Naroa y mi hermano.
Aquel chico se quedó ojiplático y muy extrañado retrocedió un poco sin dejar de mirar a Manu y se metió en la casa. No tardó en salir acompañado de una mujer que en cuanto vio a Manu fue corriendo a abrazarlo.
-Manu... Cariño, qué grande te has hecho... Pasa, entra, tenemos mucho de qué hablar.
Manu pasó un año viviendo en el hogar de los Naroa, conociendo a su hermano, a su madre y al extraño hombre del bosque, Arkímedes. Manu contó sus anécdotas y las historias que conocía del resto del mundo. Durante ese año se fijó en la cara que ponía su hermano cuando hablaba "del mundo exterior" y le propuso salir a explorar, encantado este accedió y junto a Arkimedes decidieron que al siguiente día emprenderían un viaje juntos.
-Arkimedes... Si vas a venir con nosotros, mejor que te arregles un poco. - Propuso Dan
-Arreglame tú. - Respondió Arkimedes ofendido
-Yo os echo una mano - Se ofreció Mairán
Y así fue como la Santa Trinidad partió con el objetivo de ver el mundo exterior.
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Memorias de un viaje sin rumbo
AventuraRecopilación de mis sesiones de rol con mis amigos dentro del mundo persistente de Shaidraig (http://shaidraig.es)