2626 palabras
Un par de días después, Cristina seguía sin saber qué veía Násser en contra de Liom. Pero el chico se mostraba muy amable con ella, así que terminó por ignorar a Násser y entablando conversaciones con el joven.
Liom se mostraba muy amable y parecía muy servicial y atento. Su hermana, Azabache, era algo más reservada, pero no por ello menos agradable.
Había algo que no se le había pasado por alto y eran las miradas que la mujer joven que viajaba con el matrimonio, le dedicaba a Násser. Ya le había sorprendido varias veces observándolo detenidamente y a pesar de haberle reprendido con la mirada, la mujer no se daba por aludida.
Ese día, Násser se alejó al bosque y la mujer le siguió. Cristina se quedó mirándola, sin creerse aún que se atreviera a tal atrevimiento. Iba a levantarse cuando vio que Liom se apresuraba a ir tras ellos.
Confundida, cogió a Ahanu y les siguió. Caminó por el bosque un buen rato hasta que vio a Liom escondido pocos metros por delante de ella, agachado tras unos matorrales. Násser estaba varios metros más allá y la mujer ya le había alcanzado.
Observó, con el corazón en un puño, cómo la mujer se acercaba a él con intenciones demasiado claras. Intentó besar a Násser, pero este la separó de un movimiento brusco.
No podía escuchar qué decían, pero estaba claro que el chico no estaba nada contento con el comportamiento de la mujer.
Ahanu se removió y comenzó a quejarse, por lo que Cristina tuvo que salir de allí acelerada, intentando no hacer ruido y controlar a su hija para que no llamara la atención ni de Násser, ni de Liom.
-Muy bien, hija – le recriminó – tú descúbreme.
Poco después, Násser volvió del bosque y ella no tardó en acercarse a él.
-¿Productivo el paseo por el bosque? - preguntó sonriente. Násser no estaba para nada de buen humor, por lo que le respondió con un bufido.
-Ya no se puede ni tener intimidad – se quejó en voz alta. Cristina estaba contenta porque, a pesar de que la mujer había intentado intimar con Násser, este le había rechazado de pleno.
Se giró, intentando contener la sonrisa, y vio a Liom volver del bosque. El chico caminaba hacia donde estaba su hermana y cuando estuvo más cerca, Cristina pudo ver que tenía el labio partido. Frunció el ceño y se giró hacia Násser.
Como temía, el chico tenía los nudillos algo rojos.
-Násser – siseó - ¿Qué has hecho? ¿Has pegado a Liom?
El chico miró hacia donde Cristina estaba señalando y se encogió de hombros.
-Se lo merecía – ella no pudo creerse lo que escuchaba.
-¿Que se lo merecía? ¿No eres capaz de solucionar las cosas sin violencia? Además, ¿qué hizo para que respondieras así? ¿Tal vez intentar detener a la furcia que intentaba violarte? - Habló con enfado y cuando dijo esas últimas palabras, Násser se sorprendió. Estaba claro que no sabía que Cristina les había seguido al bosque.
La mujer se fue hacia Liom y Azabache, quien estaba curándole el labio. Cuando se acercó, la chica se fue, dejándolos solos.
-Lo siento – dijo Cristina sentándose frente a él.
-¿Por qué te disculpas? - preguntó confuso – soy yo quien debería disculparme.
-¿Tú? ¿Por hacer de saco de boxeo para mi marido? - los dos sonrieron.
-¿En verdad estáis casados? - ella frunció el ceño.
-Claro que sí, ¿por qué? - él se encogió de hombros.
![](https://img.wattpad.com/cover/17445925-288-k49742.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La batalla de la realeza II
Ficción históricaLa situación en el reino se desmorona, Alamár está en crisis. Cansada de ser una mujer florero, comienza a luchar por lo que cree correcto, pero ¿Dónde está el hombre que debería de estar apoyándola? Y por si fuera poco, aparece un nuevo personaje q...