Capítulo 9

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Después de esa divertida y linda escena, Alex y Ryan se fueron. Apenas se cerró la puerta, Julie ya estaba chillando y  saltando mientras fangirleaba. Como no sabia que hacer, comencé a pensar en todos los chicos perfectos de todos los libros/series/películas que se me ocurrieran.

Y pues, si. Terminamos chillando las dos.

Julie se me adelantó, y subió las escaleras riendo. Resoplé y apagué la luz del comedor. Me tomó un par de segundos el darme cuenta de que todo estaba oscuro. Y en el mejor momento... recordé que vimos una película de terror.

Miré hacia todos lados, y, obviamente, me asusté y corrí hacia las escaleras, tropezando con las alfombras y los muebles.

- Joder -entré dando pasos rápidos a mi cuarto- ¡Buenas noches! -cerré, y apoye la espalda contra la puerta. 

- ¿Que te pasó? -preguntó Julie, sonriendo todavía. Estaba sentada sobre la cama tarareando algo. Rodé los ojos y soltó una risilla.

- Me dejaste sola en un lugar oscuro, eso pasó -dije bufando. Comenzó a jugar con un mechón de su cabello.

O esta enamorada, o le hizo mal la película.

Por favor la película.

- No es para tanto -se echó de espaldas a la cama, alzando un peluche. Lo observó unos segundos para luego abrazarlo.

- Esto -la señalo- ¿Es por Ryan? -se sonroja apenas escucha el nombre y comienza a reír nerviosa.- Vale, es por él.

- ¡Es muy lindo! ¡Y es tan...! - comenzó a susurrar en un idioma que no logré comprender

- Supongo... -me encojo de hombros. Me mira fijamente, dejando de susurrar.- Pero no me gusta, calma.

- Ah... si -rie nerviosa

- Pero... -la señalo advirtiendo- recuerda que hace menos de dos días para ti era el mujeriego que tanto odiabas -la miro confundida.

- Sí, pero... no se qué -y volvió a reír.

Se detuvo y se puso seria. Una sonrisa divertida se estaba asomando por su cara, una de esas cuando se le ocurre algo, y me observó un par de segundos. Incómoda, caminé despacio hasta encontrarme de espaldas a la pared.

- ¡Tu le gustas a Alex! -exclama emocionada. Suspiro.

- Mierda, pensé que era algo serio -mi respiración vuelve a la normalidad, mientras ella me lanza un par de almohadas.

- ¡Pero yo lo sé! Van a terminar juntos -guiña un ojo- Y van a tener un perro y se va a llamar Pepe.

- No, claro que no -interrumpo su discurso.

- Está bien, tu eliges el nombre del perro -rueda los ojos.

- Mira, no le gusto. No soy su tipo -me encojo de hombros nuevamente. Nadie es su tipo.

- ¡Eso no es cierto! Mira, voy a pedirle a Ryan que trate de obtener información -mueve las cejas y comienza a escribir en su celular.

- ¡No, no! ¡Dejalo como esta! -me abalanzo sobre ella para quitarle el celular, pero me evita y sigue escribiendo. Busco algo para lanzarle. Y es una zapatilla, que la golpea en la cara. Pero continua escribiendo, luego pulsa algo y se detiene. Sonríe guiñandome un ojo.

- Listo.

- ¡Vas a sonar como desesperada por saber eso! ¡Y eso lleva a verme a mi como desesperada! ¡No estoy desesperada! -e irónicamente, me desespero. Escucho rasguños en la puerta, abro. El gato entra y moviendo su cola y se sube a la cama.

Mi idiota, ¿Mi problema?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora