El bastardo culpable

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James tomaba una copa de vino en su despacho pensando en como decirle a Sirius sobre su relación con Regulus, pero por más que le daba vueltas al asunto no encontraba la manera, justo en ese momento el ojiazul entró a su despacho con aspecto decaído.

- Hola Cornamenta- le saludo triste.

- Canuto amigo ¿Qué tienes?- pregunto preocupado de que el otro se hubiera enterado de su relación con el ojiplata.

- Mal de amores- respondió adentrándose a la habitación y sentándose frente a su amigo.

- ¿Mal de amores? ¿Tu Sirius Black? ¿Me perdí de algo?- el hombre se sintió culpable por prestarle tan poca atención a su amigo por estar metido en sus propias cosas.

- Si amigo, yo el indomable, el único e inigualable tigre que arraso con 100 mujeres y unos cuantos hombres en las Vegas, estoy completamente a los pies del inexpresivo y enigmático Severus Snape.

- Vaya pues déjame repetirte lo mismo que me dijiste cuando te conté sobre mi amor por Lily: "Estás completamente perdido".

- Gracias James, tu apoyo no tiene comparación- comento sarcástico el ojiazul, aunque sonriendo un poco ya que el si le había dicho eso al otro.

- Solo bromeo, Severus según decía Lily es genial, no entiendo cual es tu problema.

- Mi problema, aparte del hecho de que me siento culpable por amarlo cuando prometí cuidar de él, es que creo que él aún siente algo por mi hermano y lo peor es que Regulus parece corresponder sus sentimientos.

James casi escupe el vino que bajaba por su garganta en ese momento.

- ¿Qué él que?- chillo sorprendido.

- Es que están muy raros, se cuchichean y estoy seguro de que esconden algo- el arquitecto estaba molesto- sabes lo que me molesta que me escondan algo, no soporto las mentiras.

El hombre de gafas trago grueso, realmente tenía que decirle la verdad a su amigo.

- Sirius yo...

- ¿Sabes que es lo peor?- le interrumpió el otro- que son la persona que amo y mi hermanito, puedo golpear a cualquier idiota que se le ocurra poner una mano sobre el inocente y pequeño Reg, pero no podría hacerle eso a Sev, igual me pasa en inversa, estoy dispuesto a mandar al hospital al que toque a Sev pero ¿Cómo mandar al hospital a mi hermano?

- Si.. vaya dilema- James se paso una mano por el cabello nervioso.

- Bueno por ahora dejemos de hablar de mi y pasemos a ti ¿Algún romance apasionante por ahí?- pregunto con picardía el ojiazul.

"Si, ahora que lo mencionas estoy saliendo con tu "inocente y pequeño" hermano, el cual por cierto de inocente no tiene nada por la forma en que usa la lengua, ya que hablamos de eso me darías permiso para salir con él oficialmente, es que llevo más de 6 años en abstinencia y quiero coger con él como conejo" pensó el hombre de cabello indomable.

- No, nada de nada, ni una tomada de mano en el parque- mintió con dificulta.

- James, amigo, eres mi ídolo, tu siempre tan integro desde que murió Lily, tan dedicado a Harry, además de cuidar tan bien a Reg por mi, gracias viejo- Sirius lo abrazo agradecido-, eres el mejor amigo del mundo.

- No es nada- el hombre de gafas se sentía muy culpable-, no es cómo que cuidar a Reg hubiera sido complicado, el es un adulto responsable y eso.

- ¿Bromeas? Reg podrá ser muy responsable pero yo no soy ciego, es un chico lindo y desde que eramos muy pequeños sé su inclinación sexual, por eso ya me imagino el gran trabajo que tuviste todos estos años espantando lejos de él a esos bastardos que buscan besuquearlo y quien sabe cuantas cosas más.

"Yo soy él principal bastardo" reflexiono James a punto de tirarse a llorar y pedir clemencia.

- Tranquilo Sirius te aseguro que ningún tipo de afuera le ha hecho nada indebido- "solo yo aquí en la casa" pensó -, lo he cuidado tal y como te dije que lo haría.

- Gracias amigo- repitió el ojiazul para martirio del otro.

Con él síDonde viven las historias. Descúbrelo ahora