De vergüenzas y caballeros

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Sirius sentía una extraña mezcla de placer y preocupación, frente a él un sonrojado Severus Snape intentaba masticar una tostada, el ojiazul tenía que controlarse para no pelliscarle una mejilla y verlo retorcerse de forma tierna, ya pocas veces se veía tan vulnerable al ojinegro, eso precisamente era lo que le preocupaba ¿Qué había puesto así al chico?

- Sev ¿Qué sucede? ¿Algún mosquito molesto volvió a picar tu nariz?- bromeó intentando tranquilizar al otro.

- No.. nada...- el menor no lo miró a los ojos y siguió intentando comer su desayuno.

- Buenos días- saludo Regulus entrando a la cocina- esto... ¿Sev podemos hablar un momento?

Sirius notó que el ojiplata estaba nervioso y aquella situación no le gusto para nada.

- Cla...claro- respondió el pelinegro sorprendentemente más sonrojado de lo que ya estaba antes.

- Solos- aclaro el otro.

- Si, por supuesto- Severus se levanto de la mesa del comedor y siguió a su amigo a la habitación de este.

- Esto no me gusta nada- refunfuño molesto y celoso Sirius cuando quedo solo.

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Una vez en la habitación de Regulus, el chico cerro la puerta con todos los candados habidos y por haber, coloco su oído en la puerta para comprobar que su hermano no los había seguido para husmear y una vez que estuvo seguro se volteó a hablar con el pelinegro.

- Severus sobre lo que viste anoche....

- No vi nada- chillo avergonzado el chico cubriendo sus ojos con sus manos de manera algo tierna.

- Claro que vistes, es obvio que nos encontraste a mi y a James besándonos.

- ¿Besándose? PRÁCTICAMENTE LO ESTABAN HACIENDO CON ROPA- exploto Severus- ¿Sabes que hubiera pasado si hubiera sido Harry el que los ve? Aun peor ¿Si hubiera sido Sirius?

- Tienes razón- el ojiplata suspiro lanzándose a su cama- es que hay mucha tensión sexual entre nosotros.

- Váyanse a un motel- recomendó el chico tirándose en la cama junto a él- según lo he oido de tu hermano no son tan caros.

- No es el precio el problema- Regulus sumergió su cara en una de sus pomposas almohadas- lo siento Sev, debe ser incomodo hablar conmigo de eso.

- ¡Por Dios! Regulus ya te superé- el chico rodo los ojos-, no te creas inolvidable o algo así.

- ¿Tendrá que ver mi hermano con eso?- indago con picarda el otro.

- No se que insinúas- el ojinegro se hizo el desentendido.

- No me vas a decir que entre mi hermano y tú no paso nada de nada, Sirius es una amenaza latente, no puede vivir sin sexo.

- Para tu información Regulus, tu hermano se a comportado como un verdadero caballero conmigo y solo a cumplido lo que prometió a Lily que haría: cuidarme- Severus se levanto y se dirigió molesto a la salida- dile a Potter que aprenda algo de caballerosidad él y deje de tirarse al hermano de su amigo sin enfrentarlo- mascullo molesto para luego salir azotando la puerta.

El ojinegro una vez que estuvo fuera de la habitación suspiro recordando algo ocurrido en Francia.

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Severus lloraba hecho un ovillo en el sillón, aunque intento pensar que lo de Regulus no fue nada, a él realmente le gustaba el ojiplata y tener que entregarle por segunda vez la persona que le gustaba a James Potter, era algo muy doloroso para su corazón.

- Tranquilo, todo estará bien- Sirius sentado en el suelo le limpiaba las lagrimas del rostro con cariño.

- Duele... Lily... Regulus...

El ojiazul que ya había logrado de cierta forma entender lo que decía el otro, comprendía que le gustaba su hermano y este lo había rechazado.

- Ven aquí- el hombre se levanto y acomodándose en el sillón abrigo al pelinegro entre sus brazos dejando su cabeza recostada contra su propio pecho- no estas solo, yo estoy aquí- le susurro mientras pasaba su mano por los cabellos del menor intentando calmarlo.

Severus solo siguió llorando refugiado en los brazos del ojiazul.

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- Si, el realmente ha sido amable conmigo- pensó en voz alta el ojinegro.

Con él síDonde viven las historias. Descúbrelo ahora