Con él sí

Mentiras

Aquella mañana comenzo con tranquilidad, James se levanto antes que todos a preparar el café, luego juntos llegaron Sirius y Severus, lo cual le pareció muy extraño al hombre de gafas pero no opinó nada, por ultimo llego Regulus y se sentó también en la mesa.

Todo hubiera sido normal sino fuera porque el ojiplata olvido que traía un moretón en el cuello como consecuencia de sus actividades de la noche anterior, moretón que su hermano notó.

- Regulus ¿Que tienes en el cuello?- pregunto con voz amenazante el ojiazul.

El menor se llevo una mano al cuello asustado, no podía creer que se le olvidará ese detalle.

- Sirius tranquilízate- James intervino intentando dar una explicación.

- ¿Qué me calme? ¿Cómo pretendes que me calme si mi hermano esta así?- el ojiazul estaba molesto,muy molesto.

- Hermano tranquilo, puedo explicarlo- el ojiplata pidió nervioso.

- NO ME VOY A CALMAR, YA MISMO ME DICES QUIEN ES EL INFELIZ PARA PARTIRLE LA BOCA EN DOS- grito fuera de si el ojiazul.

Severus observaba la escena con preocupación, sabía que Sirius estaba enojado y que en ese estado podía hacer cosas de las que luego se arrepentiría, como golpear a su amigo hasta mandarlo al hospital y tal vez de paso obligar a Regulus a que se mudara de país, así que haciendo todos los cálculos mentales posibles y apesar de saber las consecuencias que esto le traería decidió intervenir.

- Fui yo- dijo levantándose de repente para sorpresa de los otros tres hombres-, Sirius la verdad es que tu hermano y yo tenemos una relación, ayer por la tarde cuando tu no estabas le hice ese chupete, así que si quieres pegarme hazlo, no me importa- mintió desviando la mirada, odiaba hacerle eso al ojiazul pero era lo mejor para todos por el momento.

- Severus- los ojos de Sirius se llenaron de profunda tristeza- yo...yo...- no pudo terminar la oración y se marcho azotando la puerta tras de sí.

- Sev... no era necesario...- hablo James cuando estuvieron solos los tres en la cocina.

- Si lo era- el ojinegro lo miro molesto- porque eres un maldito cobarde que no hablo con honestidad desde el principio- el menor apretó los puños con fuerza-, felicidades Potter gracias a ti no solo perdí a Lily y a Reg, ahora también me quitaste a Sirius- mascullo herido antes de salir el también de a cocina.

El hombre de gafas suspiro y enterró sus manos entre su desordenado cabello.

- ¿En que momento esto se nos salio de las manos Reg?- pregunto el hombre arrepentido.

- Aun tiene arreglo, solo debes decirle la verdad a Sirius y...

- No puedo...- le interrumpió el mayor- esa es la verdad Regulus, no puedo, yo no quiero perder mi amistad con Sirius y sé que si se lo digo todo acabará.

- ¿Te importa más lo que piense Sirius que lo nuestro?- indago con voz herida el joven.

James no dijo nada solo desvió la mirada, esa fue suficiente respuesta para el ojiplata que solo pudo irse a su habitación a llorar.