Escrito 21: Saturno

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Entre tantas temporadas hermosas, ella era un otoño, dejando caer sus lágrimas cómo las hojas cansadas del susurro del viento. Era tan fría cómo el invierno, detallando la belleza en la sequedad de su alma. En cambio, era única, su indiferencia cautivaba la atención del universo entero. Ocupaba la galaxia en sus ojos color miel y el universo en sus labios, una mirada hipnotizante junto a uno pensamientos extraordinarios. Era una joya casi extinta en este tiempo, pidiendo ser encontrada en brazos de una primavera en otoño. Era hermosa, no tan sólo físicamente, su alma detonaba la verdadera belleza, tan pura y valiosa. Siendo el pensar su fuerte y sus pensamientos su debilidad. Era ella diosa de sus metas y controladora de su entorno. Un Saturno a escondidas, un planeta con dotes de belleza, aquellos cautivados por una galaxia ajena. Tan ajena a sus pensamientos pero tan unida a su corazón. Eran copos de fría nieve en el caluroso verano, siendo capaz de enamorar a sus admiradores. Era un enigma fuera de este mundo, una pieza tan deforme que ignoraba lo común. Era un Saturno hermoso, era simplemente ella.

Cautivando los atardeceres mientras era deseada por el sol. Eran única ante tanta semejanza, escribía en hojas de porcelana sus pensamientos mientras otros intentaban comprenderla a la mirada. Guardaba desastres en su mente junto a una mirada fría, lleno de misterios no capaces de ser resueltos. Le hablaba a su corazón de rupturas, pidiendo hacerse fuerte con los veredictos fallidos de cupido. Negándose a ser rota en pedazos por la rudeza de aquel dios. Determinada en sus metas, capaz de destruir castillos de piedra con tan sólo una mirada. Era ella los aros de un Saturno perdido, uno con anhelos de caer en los brazos de Morfeo. No pidiendo ser conquistada por el sol, pero si cortejada por la Luna.

- Con cariño, Anie

Con cariño, Anie🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora