Acertijo.

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Mientras más cerca se encontraba de la habitación, mayor era el temor de destrozar a su mejor amigo.
Albus estaba decidido a darle la noticia a Scorpius , pero no sabía como hacerlo sin dañar tanto al menor de los Malfoy.

Toco la puerta levemente, a lo que recibió un "adelante".

- hola Scorpius , ¿ cómo sigues?

- Albus, ¿ qué pasa? Pareciera que hubiera muerto en vez de haber recuperado la conciencia. ¿ qué tienes ?

- no hermano, estoy muy feliz porque todo haya salido bien, en verdad. Pero... bueno ¿ cómo te sientes?

- estoy confundido, me duele el cuerpo entero y no puedo recordar nada a partir del día en que nos vimos para comer.
Y amigo no creas que no me alegro de verte, pero yo le pedí al doctor que a la primera que quería ver es a Rose, ¿ dónde esta?

Esa pregunta fue para Albus un golpe bastante fuerte, si él mismo ya sentía dolor no podía imaginar lo que sentiría Scorpius cuando le dijera la verdad.

- Amm... Scorpius, bueno, ¡ demonios! - no podía decírselo, se levantó bruscamente de la silla que estaba a un lado de la cama de su mejor amigo.

- ¿ qué te pasa Albus? - ese movimiento había provocado que el propio Malfoy se alterará- ¿ qué sucedió con Rose?

- Scorpius necesito que te tranquilices, lo que te voy a decir es muy delicado, en realidad no se como, pero se que debo de hacerlo.

- ¡Merlin! ¡Habla ya! Deja de dar tantas vueltas a las cosas. ¿ le paso algo a Rose?- escucharle decir a Potter que era algo delicado le hizo tener que Rose hubiera estado con él durante el accidente.

- no, tranquilo, ella está bien, o en realidad eso creo.

- habla...- ya utilizaba un tono más irritado que preocupado.

- bueno Rose desapareció, se fue. Hace tres días me llamaste desesperado diciendo que no sabías donde estaba mi prima pero que la debías de encontrar.
La fui a buscar y ella desapareció.

No obtuvo respuesta alguna, volteo a ver a Scorpius pero sólo pudo ver en su cara un vacío, había adquirido un tono pálido, pareciera que se hubiera desconectado del mundo.

- Scorpius . Amigo, reacciona.

- No, Rose ... mi Rose, ella... yo la amo.- una lágrima rodó por su mejilla, sintió que algo se quebró en su interior, el dolor más grande de toda su vida.

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Una chica pelirroja se encontraba en la azotea de un edificio , en la ciudad que nunca duerme.
Podía escuchar el ruido del tránsito automovilístico, los gritos de la gente y la música de diversos establecimientos.
Estaba sentada observando fotos, sabía que había hecho mal en llevarlas, el punto de huir era olvidarlo, olvidar el gran amor que sentía por Scorpius Malfoy, el único hombre que había amado, amaba y amaría por el resto de su vida.
Su primer y más grande amor.
Eran fotografías desde sus años escolares, los lazos de amistad formados en ese tiempo y que poco a poco se convirtieron en lazos aún más fuertes, transformándose en amor, el motor que la había ayudado a seguir adelante.
Las lágrimas se juntaban en sus ojos, no lo podría olvidar nunca, aunque hubiera huído en busca de paz, sabía que siempre esperaría verlo en la calle, en el trabajo, donde fuera. Porque el siempre estaría presente en su corazón y su vida.
Para evitar derramar las lágrimas opto por mirar hacia arriba, quizás en búsqueda de una respuesta a tantas inquietudes.
Sabía que no encontraría una estrella en ese cielo citadino.
Una estrella brillaba en el cielo , quizás una coincidencia o una señal para los corazones perdidos.

Una voz la saco de su ensoñacion, un gran amigo, un apoyo.

- ¿ qué haces pequeña?

- nada , Adán, simplemente quería admirar el paisaje.

- ¿ segura? Sabes que estoy aquí por sí necesitas algo.

- lo se Adán, muchas gracias, quería ver las estrellas.

- algunos dicen que puedes encontrar tu destino en las estrellas, a mi me gusta creer en esa filosofía. Aunque es cierto que tu formas tu propio camino.
No te quedes tanto tiempo aquí Rose, te puedes enfermar.

- si, ya en un rato entro.

El joven castaño decidió que era mejor dejarla pensar. Cada persona tiene demonios con los que lidiar.

- Scorpius, te amo. Estas palabras se las llevara el viento, el sentimiento quedara eternamente.
Quizás me faltó luchar por ti, pero mi armadura se perdió hace tanto tiempo.

Observo esa pequeña esperanza disfrazada de astro , se comparó con ella, sola en un manto de negrura gigantesco, pero lo conprendió, aunque se encontraba en esas circunstancias no dejaba de brillar. Así, Rose Weasley, lo decidió , lucharía por su propia luz.

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Después de pasar el shock Scorpius le pidió a su amigo que lo dejara solo, necesita a pensar, intentar recordar.
Encontrar la razón por la que había acabado su relación con el amor de su vida.
Durante horas el rubio lo medito, le pareció escuchar "te amo" con el timbre de voz de su amada Rose, pero sólo era su mente jugándole una mala pasada, o eso creyó él.
Estaba por hundirse en el reino de Morfeo cuando un susurro llego a su mente: la carta es la respuesta, y con esto durmió, creyéndose satisfecho, ya que había resuelto una parte del acertijo.

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La sonrisa que se dibujó en los labios de Scorpius la enorgulleció , todo iba viento en popa, mañana él pediría una carta, Albus la iría a buscar y al fin Scorpius sabría la verdad, bueno en realidad lo que a ella le convenía que supiera, después de tanto tiempo podrían estar juntos, sin nadie de por medio.
Sería la siguiente señora Malfoy, Lilliane Malfoy, no sonaba nada mal, ser parte de una de las familias más poderosas del mundo mágico.
Ahora más le valía a su prima Rose mantenerse alejada, había sido demasiado buena al permitirle alejarse pero no habría una segunda oportunidad, si regresaba, sellaba su sentencia de muerte, con tal de estar con Scorpius Malfoy no le importaba llegar a extremos, ya no más , no sería la segundo da en nada.

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