Vaivén

Nunca digas nunca

El desayuno continuo con comentarios mordaces e hirientes entre Rose y Scorpius, y con un Albus acongojado deseando que el tiempo fuera más rápido.

- bueno amigos, me voy. Me tengo que poner de acuerdo con Rebeca para la promoción de mi nuevo libro.
Hasta luego Scorpius, te llamo en un rato Albus-

La pelirroja se dedicó a caminar por las frías y maravillosas calles de Londres, saco sus auriculares y caminaba al ritmo de la canción que surgía.
Disfrutaba el clima húmedo con una ligera brizna que en lugar de incomodarla le ayudaba a relajarse después de el enfrentamiento verbal que había tenido.
Se había sumergido en sus recuerdos que no se había dado cuenta que estaba a punto de impactarse con un chico que ya conocía muy bien.

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- ¿cómo estas amigo, enserio? Ya no está Rose, me puedes decir la verdad.-

-ya estoy harto, mi madre y tu hermana me están volviendo loco, no hay manera en que ella lo planifiquen todo y sólo me den la fecha y hora para estar presente -

- es que hasta la fecha no se la razón por la que decidiste pedirle matrimonio a Lily. Los dos sabemos que no la amas, no es la persona con quién en verdad deseas casarte.
Es mi hermana y la quiero mucho y por eso se que ninguno de los dos va a ser feliz.-

- Albus tengo que contarte una historia muy larga...-

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-¿puedes dejar de dar vueltas?, me estas mareando-

-¿¡mareando!? Solamente estas ahí acostado sin darle importancia a esta situación.- le decía Rebeca a Hugo mientras caminaba de un lado de la habitación del mismo, revolviendo su cabello haciéndolo tan incontrolable como el de su amiga-

- ¿que debería de hacer? ¿Pasearme por toda la casa? - contestaba el chico con el mayor cinismo que había visto en su vida Rebeca, y debido a su trabajo en el mundo editorial si que había tenido experiencia en ese campo- créeme que eso no va a solucionar nada -

- créeme que estar tirado y ser síndico tampoco beneficia la situación.
Puede que a ti no te interese la reacción de tu hermana, pero a mi sí y...- el sermón de la castaña se había interrumpido debido al sonido de la puerta central abriéndose, así Rebeca corrió escaleras abajo para ver sí se encontraba con su mejor amiga-

-¡Rose ! ¡Detente ahí! Te voy a explicar la situación completamente, lo de la mañana...-

- Tranquila Rebeca, no me tienes que dar ninguna explicación, eres mi mejor amiga y entiendo que cada quién puede hacer con su vida lo que deseé.
El único punto que quiero dejar en claro es que mi hermano es un mujeriego y no quiero que te hagas ilusiones y mucho menos te lastime-

- ay Rose, te adoro- Rebeca había brincado en la pelirroja en un intento de abrazo que cualquiera persona ajena podría haber reconocido como un intento de estrangulamiento - créeme que no tienes de que preocuparte, lo de Hugo y yo sólo fue una ocasión de una noche, no se va a repetir nunca-

- no tenemos porque continuar tocando ese tema, las dos somos adultas que podemos tomar decisiones y un hombre no nos va a separar- así la ojiazul recibió como respuesta un asentimiento de cabeza por parte de su mejor amiga -

- bueno, cambiando de tema, tenemos que abordar el objetivo principal por el que estamos en Londres, tatatata- Rebeca golpeaba las palmas de sus manos sobre sus piernas para imitar el sonido de tambores- la presentación del nuevo libro que encabezara la lista de los favoritos-

- gracias, justamente quería hablarte de lo mismo.
Comenzamos el lunes con una entrevista, ¿no es así? -

- si, a las nueve de la mañana tienes una entrevista en un programa televisivo, a las 12 harás una pequeña lectura en una librería del centro y a las 5 de la tarde hay un evento a favor de la cultura al que acudiremos y para ese evento necesito que lleves a una pareja...por lo que te puedo sugerir algunos prospectos o...-

- no, no te preocupes, ya tengo al chico perfecto en mente-

-¿se puede saber de quién hablas ?-

- claro, ahora activa el modo amiga.
Hoy me encontré a alguien muy especial y creo que sería la persona perfecta, es ...

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- ¿no existe otra manera de evitar que pierdas tu magia?-

- al parecer no, desde que mi madre me lo dijo fui a Malfoy Manor a documentarme, leí todos los libros que existen desde hace tantos años pero en todos dice lo mismo, sólo mantendré mi magia si me caso y no puede ser con una chica de origen muggle, y para mi mala suerte la mamá de Rose lo es-

- si, pero aún así mi tía es la mejor bruja de su edad-

- créeme que nunca me atrevería a dudar de las habilidades de la señora Weasley pero mi estúpida familia si lo hacía y...-

-¿puedo compartir mesa con unos viejos amigos?- un apuesto hombre se había acercado a la mesa, provocando una gran sorpresa tanto en Albus como en Scorpius, así causándole una gran felicidad al primero y frustración mayor al segundo -

- no puedo creer que estés aquí, juraste nunca volver a Londres- el menor Potter se había parado de la mesa y abrazaba al extraño -

- lo se Albus, pero si algo aprendí es a ya no decir nunca-