Vivir.

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La semana iniciaba, ¿como iba a ser? Hace tanto que no compartía tanto tiempo con él.
No iba a negar que tenía miedo, miedo de no poder dejarlo después de esta semana, pero quizás era la última oportunidad que tendrían para pasar tiempo juntos.
Era tomar esta oportunidad ahora o nunca, dejarla pasar y que el tiempo se encargará de recordarle siempre "si hubiera".
Su mente no la dejaba conciliar el sueño, simplemente era una de esas noches que se mantenía rodando por la cama, pero en esta ocasión era por contar el tiempo faltante para reunirse con cierto rubio.
Ambos habían pactado que a las nueve de la mañana, Scorpius llegaría a la casa de sus padres y de ahí él la llevaría por aparición al lugar secreto, Rose pensaba que quizás sería la cabaña que tenía la familia Malfoy cerca del Bosque Prohibido, ya que en el pasado habían acudido a ese lugar para tener tiempo a solas.
Después de un par de horas sin dormir, decidió levantarse y empacar para una semana, aunque debido a la falta de información había tenido que aplicar un hechizo a su maleta para que entrara suficiente ropa para cualquier clima que se le presentará.
Faltando media hora para la cita, la pelirroja se encontraba sumamente nerviosa, su corazón iba apresurado y estaba segura de que todos los que pasarán fuera de su habitación lo escucharían saltar. Se encontraba tan ensimismada que no noto cuando su madre entro.

-Rose, Rose...- Hermione al percatarse que su hija no se daba cuenta de su presencia, opto por acercarse a ella, y tocar su hombro- hija...-

-mamá , lo siento, ¿me llamabas?-

-si, pero no te preocupes, y dime ¿que te tiene al borde de un colapso?-

-no estoy al borde...simplemente ligeramente nerviosa -

-tu entrecejo arrugado, tu mirada perdida y el constante moviendo del pie izquierdo me indica otra cosa- la ojiazul no se había dado cuenta de todo su lenguaje corporal, claro que estaba al borde- así que, dime hija, quizás te pueda ayudar-

-me voy una semana con...-

- cierto rubio de ojos grises- Rose se había sorprendido, ¿cómo sabía su madre con quién iría? - no te sorprendas tanto, él ha sido el único hombre que ha causado esto en ti-

- de acuerdo, me voy con él, pero tengo miedo, no niego que en verdad deseó pasar tiempo a su lado, esta va a ser la última ocasión para, pero que tal qu...-

- te voy a detener Rose, hija, ambas tenemos un gran problema.
Pensamos mucho las cosas, te voy a dar un consejo que nadie me dijo antes, y créeme que se lo hable agradecido, vive, disfruta el momento, como dices, quizás sea la última semana que estés a solas con él, entonces ¿qué te preocupa? Disfrútalo, vive al máximo esta semana y aprovecha cada segundo de ella.-

- gracias mamá- madre e hija se fundieron en un abrazo sumamente amoroso- en verdad, te agradezco mucho estas palabras, sin ellas hubiera hechado todo por la borda, te quiero-

El momento acabo debido al sonido del timbre de la puerta principal.

-creo que ha llegado tu caballero-

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La plática con su madre en verdad que había ayudado. Ahora ya había disipado sus miedos, era momento de vivir y disfrutar el momento.
Cuando escucho el pequeño crujir de la puerta al abrirse, se encontró con el único hombre que le había provocado sentimientos únicos, tanto tranquilidad como que su corazón bailara de alegría.
Sin pensarlo más de dos veces se abalanzo hacia él y conecto sus labios, inicio con un pequeño roce, por lo que Rose estaba a punto de retirarse, pero en un instante el rubio contestaba su beso, la había tomando de la cintura, y ella estaba segura de que las manos del ojigris le dejarían marca, no porque la tomara con extremada fuerza, si no porque era una dulzura extrema que ella no deseaba olvidar.

-hola-una gran sonrisa iluminaba la cara de la pelirroja-

-hola-la misma sonrisa inundo el rostro de Scorpius- la mejor bienvenida que he recibido en mi vida-en ese instante él tomó la iniciativa y se acerco de nuevo a ella para iniciar otro beso, de igual manera fue tranquilo, demostraba un cariño inmenso, que sin temor de arriesgarse se podría decir amor.- es momento de partir ...-

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-buenos días señora , ¿como está? - dijo la castaña tomando asiento en la mesa de la cocina, así pudiendo observar a Hermione-

-bien Rebeca, gracias, ¿tú?- la mamá de Rose preparaba un postre, intentando seguir la receta que le había dado Molly, por lo tanto se encontraba amasando pero de igual manera brindándole atención a su invitada-

-bien, disculpe, ¿está Rose en su habitación ?-

-no querida, y no va a estar en toda la semana -

-los ojos de Rebeca parecieran que en cualquier momento saldrían de su lugar- ¡¿en toda la semana?! ¿Le dijo donde iba a estar?-

-no, y no creo que la pueda encontrar- a Rebeca le sorprendía y desesperaba la tranquilidad de Hermione, ¿no entendía lo que suponía esta semana?, debía de preparar a su mejor amiga para la gran fiesta-

-¿llevaba su celular, algo para poder la contactar? , por favor dígame que sí. Debemos de prepararla y -con cada palabra que salía de la boca de Rebeca, ella aumentaba su velocidad-

-¡Rebeca!- el grito provoco que la nombrada se callara inmediatamente- relajate, ella ya lo había planeado, te dejo una nota donde especificaba todo, ya tiene su discurso elaborado, su vestimenta y acompañantes, hablamos de Rose, ella nunca lo dejaría todo sin un plan -

-tiene toda la razón , disculpe mi momento de locura. Como disculpa, ¿me permitiría invitar la comida de esta tarde ?, por favor -

-pero está mi hijo y...-

-tranquila , si gusta podemos pedir comida... ¿China, italiana...?, ¿cuál es su favorita?-

-gracias Rebeca, italiana me encantaría -

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VaivénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora