Naruto se encontraba mirando al techo, con una mirada pensativa, despreocupada, parecida a la mirada de cierto Nara al observar las nubes.
Se veía muy tranquilo, cómo si tan sólo estuviese allí, alejado del mundo exterior, sin ninguna preocupación, después de todo ¿qué le podía preocupar?
Nada, exepto que, ummm bueno, olvidaba algo, ¡¡¡¡¡HOY ERA EL ÚLTIMO DÍA DEL PLAZO QUE LE HABÍA DADO DRAGON PARA APROBAR A LOS ANBUS!!!!!
¿Cómo pudo olvidar algo tan importante? Si no hacía nada al respecto este definitivamente sería su último día de vida. La verdad la idea no le desagradaba del todo, más bien dicho no le importaba tanto, lo que lo preocupaba era que su muerte sería lenta muy lenta y dolorosa, y conociendo a dragón su muerte se podría prolongar meses. Algunos en la aldea piensan que dragón es muy serio y no le gusta torturar a la gente, que prefiere matar rápido y sencillo, pero los que conocen a dragón saben que es todo lo contrario, le encanta torturar a sus víctimas, y es un sádico total, además de un manipulador mental, todo aquel que tenga que morir en manos de su superior sufrirá una muerte larga y dolorosa. Y eso era lo que lo esperaba si es que no encontraba una forma de aprobar a esos incompetentes.
Esto era lo peor, eran las dos de la mañana, y Naruto se dirigía al campo de entrenamiento a meditar lo que iba a hacer.
Unos minutos más tarde llegó un niño rubio directo a sentarse en un tronco a planear algo para aprobarlos, sin que pareciera forzado, entonces se le ocurrió, se sintió como un tonto de no haberlo pasado antes.
Cinco horas después horas después Kitsune llegó al campo de entrenamiento, cómo siempre un poco tarde, si es que tres horas de retraso se considera un poco.
Kitsune: oy, gōmen, pero me encontré a unos niños en apuros, así que tuve que ayudarlos - esto lo dijo rascándose un poco la nuca, mientras el resto del equipo lo veía con una mirada de "¿enserio?" - ya, ya, cómo saben hoy tendrán una pequeña prueba, que por cierto será la última, si reprueban volverán a la academia, pero si aprueban me tendrán cómo capitán - a esto se veían algunos signos de confusión de parte del trío frente al rubio - eto, ahora, su prueba consistirá en - en eso sacó un pergamino de almacenamiento y lo abrió sacando unos papeles- aprobar está prueba escrita tachan, lindo ¿No?
Ante esto los ANBUS se sorprendieron, pero asintieron levemente con la cabeza, recogieron los papeles y empezaron a realizar sus pruebas.
Kitsune: eto, tendrán tres horas, acabado el tiempo me entregan las pruebas, la nota mínima será de cinco puntos, sobre veinte, si no sacan está calificación reprobaran.
Koeho: creo que nos estás subestimando, yo creo que una hora será más que suficiente, además con la nota que pides creo que todos aprobaremos sin ningún problema - esto lo dijo con un poco de arrogancia y con mucha confianza.
Kitsune: sólo espera y verás, ah una cosa más la prueba es individual, además está prohibida cualquier tipo de trama o copia, el que rompa estas reglas será reprobado y será mandado a la academia - esto lo dijo con su tono habitual, además del agrego de un pequeño bostezo-.
La prueba empezó, y al cabo de una hora se notaba el nerviosismo y el desespero de los anbus.
La supuesta "pequeña prueba", era en realidad un súper formulario táctico que sólo un genio estratega podría resolver por completo, estás preguntas eran realmente difíciles, eran muy elaboradas, y no parecían en absoluto hechas por un niño de ocho años, al menos esto era lo que pensaban los anbus en ese momento.
Era una verdadera tortura, era imposible copiar o hacer trampa en la prueba ya que el rubio había creado cincuenta clones de sombra para vigilar rigurosamente a sus kohai. Y por más que los kohai tratarán de resolver la prueba sólo podían contestar las respuestas a medias y era realmente frustrante, además de que al reprobar se irían a la academia, esto era muy estresante y agobiaba más su cerebro y los hacía cometer más errores en la prueba, cosa que el rubio obviamente notó.
Ya había pasado otra hora y los anbus no podían avanzar lo suficiente en su prueba para sacar la nota que necesitaban, sus respuestas todas estaban a medias y cada vez las hacían más cortas, y menos exactas, esto se debía a que el estrés y la presión de volver a la academia les jugaba una mala pasada evitando que cualquiera de ellos pudiese pensar con completa claridad y frialdad para poder contestar las preguntas, prácticamente obvias.
Este era el plan del rubio, agobiarlos, y ver cómo trabajaban bajo presión, esto debía admitir era muy divertido, y se le dificultaba contener su risa, ya que las preguntas hechas en la prueba, sólo eran preguntas trampa, las respuestas y la resolución no eran tan complicadas, de hecho en la perspectiva del rubio está prueba la podría fácilmente resolver un chunnin promedio con la cabeza fría, pero sus kohai sucumbieron a la presión y al paso que iban era más que seguro que reprobarian, y está vez dragón no podría hacer nada ya que las preguntas eran de lo más fáciles y no podría culpar al rubio de que no era justo y que esos anbus en realidad eran muy buenos en el campo ya que si no superaban está prueba era claro que ninguno de ellos estaba preparado.
El rubio sonrío ante la idea de poder dejar de ser el capitán de un equipo anbu, eso sería una maravilla, no tendría que hacer papeleo, tampoco tendría que cuidar de unos incompetentes y lo mejor tendría muchos más días libres para dormir en algún lugar de la aldea, eso sería lo ideal, pero el rubio sabía que eso seria imposible ya que dragón no lo dejaría tranquilo, a él ya se le había metido esta idea en la cabeza y la probalidad de esto se fuese de esta era de cero, un cero absoluto. El rubio soltó un pequeño suspiro y movió negativamente la cabeza ante este pensamiento, cosa que los anbus notaron y obviamente los preocupó aún más. Esto realmente era una prueba de presión.
A quince minutos de que la prueba terminase se notaba que los anbus definitivamente se estaban volviendo locos, su mente estaba en blanco y al parecer no podrían aprobar, en esto algo pasó por la cabeza de Sarū, empezó a respirar, a tranquilizarse, y empezó a enfriar su cabeza, y así como por arte de magia vió las respuestas claras, está prueba era realmente sencilla, no podía creer como es que no se había dado cuento, y en ese momento se sentía un completo tonto.
A cinco minutos de que la prueba finalize a Remūru le vino un ratito de luz a la mente y por fin pudo contestar tres preguntas completas, no pudo más porque el tiempo se acabó justo en el momento en el que él contestó la tercera, se sentía un poco más aliviado.
Pero en comparación a sus compañeros Koeho no pudo responder más de una pregunta completa y sólo un poco de las demás, esto la frustró y avergonzado.
Kitsune: omenetō, acabaron su pequeña prueba, ahora pasaré a leer los resultados, eto, en primer lugar Sarū, obtuviste la nota más alta, tienes quince, luego Sarū, eto pasaste raspando, tienes cinco punto cinco, omenetō, y por último Koeho, tienes la nota más baja y desgraciadamente para ti reprobaste, gomen, pero te tendrás que ir a la academia, sacaste tres puntos.
Ante las palabras del rubio la castaña se quedó en shock, petrificada, sin hacer nada, sólo estaba allí, sin hacer nada, con la boca abierta debajo de la máscara, sólo asintió y empezó a caminar a la puerta de salida del campo, aún en shock, aún sin poder asimilar por completo lo que había acabado de pasar esto realmente la dejó sin palabras, sin nada y así se retiró, sin darse cuenta siquiera de lo que estaba haciendo.
Kitsune: eto, ya que ustedes dos aprobaron, me verán aquí mañana a las siete, para su primera misión, y en cuanto a su tercer compañero, no se preocupen, esto yo lo arreglaré y probablemente para mañana ya tengan un nuevo compañero - esto lo dijo con su típico tono, aunque por dentro está a algo muy preocupado por lo que le diría a dragón para que le perdone la vida además de otorgarle a otro kohai, esto realmente iba a ser difícil-.