CAPÍTULO 29

69 7 2
                                    

Anthony.

El remordimiento que invade mis pensamientos no me deja estar tranquilo, estoy sudando y siento los huesos una y otra vez cambiar de forma. La frustración y enojó conmigo mismo me hace querer cambiar y destrozar lo primero que vea, pero contra nadie quiero desquitar mi coraje más que conmigo mismo.

Sabía que Ermac estaba cerca, muy cerca y aun así la deje atrás sabiendo que estaba débil, soy un maldito que nunca podré tener su perdón, pero al menos ahora con su olor podré encontrar a Jax más fácil.

Aunque no sé si su sacrificio vaya a ser un logro.

Cuando encontré a Devora ella obviamente supo la verdad con solo verme. Jamás le he podido mentir y nunca puedo ocultarle algo. Me trata de tranquilizar diciendo cosas como "vale la pena el sacrificio" "ella es fuerte y Jax no le podrá hacer nada". Pero aun así el miedo que está sembrado en mi pecho no me deja estar tranquilo, y es que si él vuelve a repetir lo que le hizo a Roseline. Dios solo pensarlo me hace sentir mi sangre hervir. Él no debe tocar a Malory, por qué si yo no merezco su afecto, Jax mucho menos.


—Trata de calmarte, tú irá nos está ahogando a todos.— murmura Devora entrando al cuartucho que logro conseguir.

Frotó mis ojos.

La decisión que pasa por mi cabeza debe ser tomada ahora o nunca.

—Quiero que salgas con los demás y traten de conseguir muchos aliados.

—¿Aliados?— pregunto con miedo en su voz— Estás diciendo que quieres hacer lo mismo que él.

Me volví hacia ella con los ojos llenos de sangre y la mirada endemoniada.

—¡No tengo opción!— grite con frustración— El es más poderoso que nosotros. Tiene todo un arsenal de lobos transformados

La mirada de Devorah se endurecio.

—Eso no te da el derecho de transformar personas a tu gusto.

—Me da el derecho por qué soy un ¡Ainsworth! ¡Soy la bestia! ¡Soy un hombre enamorado con el temor de perder a la única mujer que de verdad he amado.!

_____________________$____$______________&____&&&&&&&

Pov: Malory.

Al abrir los ojos el dolor reino en cada músculo de mi cuerpo, la cabeza me estalla y siento unas tremendas ganas de vomitar sin embargo no puedo hacerlo, siento las manos atadas detrás de mi con pulsaciones en cada dedo. El pecho me arde cada que respiro, como un recuerdo del ataque de aquel lobo, aunque mi cuerpo ya sano siento el dolor inyectado en mi pecho impidiéndome inhalar con normalidad. Los recuerdos invaden mi cabeza haciendo que duela mucho más, el rostro de Ermac se repite como la peor pesadilla, pero aún así lo único que me importa es saber que Anthony está bien... pero la duda está en ¿no supo que Ermac estaba tan cerca? No claro que no de lo contrario yo no estuviera aquí, él me hubiera salvado.

Aún entumecida miro alrededor, las paredes son mojosas y llenas de barro. Una ventana por dónde entra un poco de luz que ilumina la habitación está demasiado alta para ser normal, y por si fuera poco la luz que entra ya es muy tenue por lo que solo me asegura que la noche ya llegará.

Destino; Atada A Ti © Nueva actualización Donde viven las historias. Descúbrelo ahora