Mistletoe |Larry Stylinson| [2]

Capítulo 28.

Harry tarareaba una canción mientras masticaba un dulce, su mirada se posa en todos los turistas que habían a su alrededor, el ojiverde comienza a avanzar hasta donde debía dar la clase del día.

—¡Cuidado!— Harry no alcanza a correrse cuando su cuerpo es impactado por alguién más— Dios mío, ¿estás bien?

Louis estaba asustado, quería acercarse a Harry, pero esto no estaba en sus planes, Zayn había tenido la maravillosa idea de hacer una carrera y el ojiazul era bastante competitivo, por lo cual terminó pasando las barreras de seguridad.

Harry mira al chico frente a sí y ladea su rostro observándolo, se mira a sí mismo sentando en la nieve y momentáneamente se le hace conocida la situación, como si ya la hubiera vivido antes.

El ojiverde comienza a reír y Louis se queda mirándolo, se mantiene en silencio admirando la risa de Harry, la había extrañado.

—Sí, estoy bien— murmura con suavidad y se levanta de la nieve, sacude sus pantalones y tiende su mano hacia a Louis, el castaño la toma.

Harry jala de él y sus pechos se juntan ante la acción, Louis alza la mirada y Harry baja la suya, el ojiverde entrecierra sus ojos, ¿por qué se le hacían familiares?

—Tengo que irme... — murmura Louis e intenta alejarse, pero Harry mantenía su agarre fuerte en su cintura.

—¿Te conozco de algún lado?— Louis muerde su labio inferior y con todo el dolor de su corazón, niega con la cabeza— tienes razón, nunca olvidaría tu rostro con facilidad.

Louis pestañea un par de veces sorprendido, le había dicho exactamente lo mismo cuando se conocieron.

—¿Cuál es tu nombre?— susurra con suavidad el castaño, Harry sonríe de medio lado ante la pregunta.

—Harry, mi nombre es Harry Styles— finalmente Harry suelta su agarre de la cintura de Louis y este da un paso hacia atrás, manteniendo su distancia— ¿y el tuyo?

—Louis Tomlinson— Harry asiente embobado y sólo quita su mirada porque siente su celular vibrar dentro de su bolsillo.

—Tengo que irme— esta vez susurra el ojiverde y Louis asiente intentando mantenerse en su lugar y no lanzarse a sus brazos para poder abrazarlo.

—Sí...

—Hasta luego, Louis.

—Cuídate, Harry— el ojiverde se despide con su mano y sigue su camino.

En ese momento Louis extrañaba tanto el apodo “Copito”, esto iba a ser más difícil de lo que pensaba.

Baja la mirada por un momento, pero la vuelve a alzar cuando sintiendo como alguién trotaba hacia a él.

—Llámame loco, pero siento que no puedo dejarte ir tan fácil, ¿te importaría darme tú...?— antes de que Harry pudiera terminar, Louis asiente con énfasis.

El ojiverde le pasa su celular y Louis comienza a buscar su número, cuando ve como lo tenía agendado suelta un pesado suspiro.

Borra el nombre y se agenda como “Louis”

Le vuelve a pasar su celular a Harry y este sonríe ampliamente.

—Gracias, ahora sí debo irme— Louis muerde su labio inferior y una pequeña sonrisa se forma en sus labios, por lo menos tenía un pequeño avance.

Espera que Harry volviera a recordar, realmente lo deseaba con todas sus fuerzas.

—¿Cómo salió todo?— Louis mira a Zayn y en sus ojos se podían notar un poco de esperanza.

—Me pidió mi número.

—Vaya, realmente cayó fuerte por tí, todo volverá a tomar su lugar, sólo ten paciencia— Louis asiente y se acerca a abrazar a su mejor amigo, el ojimiel se sorprende ante la acción.

—Gracias por traerme de vuelta, de verdad muchísimas gracias— un puchero se forma en los labios del pelinegro y rodea con sus brazos a Louis, apoya su mentón sobre su cabeza y cierra sus ojos.

—Para eso están los mejores amigos, tu felicidad está aquí, es un poco torpe, pero siempre estuvo aquí— Louis ríe ante la pequeña descripción que dió de Harry.

—Gracias, gracias, gracias.

—De nada, de nada, de nada.

—Chicos, miren lo que encontré— Liam llega a su lado con un pequeño llavero entre sus manos, era un recuerdo, de sus bolsillos comienza a sacar más artículos.

Zayn rueda sus ojos y Louis frunce su ceño.

—Liam, tienes una obsesión con comprar recuerdos, ¿para qué quieres tantos llaveros?

—Para regalarlos— Liam mira todos los llaveros y los pega a su pecho, como si estuviera protegiéndolos.

—Son demasiados, dios.

Louis ríe cuando ve a Zayn intentando quitarle por lo menos cinco llaveros a Liam para ir a devolverlos, pero este se resistía.

Treinta llaveros era un exceso.