Mi chico de ojos morados {YoonSeok}

Capítulo II

El chico de 24 años se encontraba llendo a la universidad. Cuando llegó fue directo a su salón para estudiar un poco, pues ese día tendrían exámen y se la pasó casi toda la tarde estudiando para tener buena nota.

Sacó dos libros y comenzó a leerlos, pasaron 5 minutos y aún faltaban 20 minutos más para que empezaran las clases.

Dos chicos que eran conocidos para Yoongi se acercaron a él y se pararon en frente de su butaca.

Uno era más alto que el otro, aunque de la misma edad.

—¿Estás estudiando de nuevo, raro? — Habló el más alto.

—...—

—¿No piensas hablar? — Lo enfrenta.

Yoongi nunca le tomaba importancia a los comentarios de los demás, sólo los ignoraba.

—Mejor déjalo, de todas maneras el raro es mudo. — Dice en tono burlón el más bajo.

—Bien, vámonos entonces. — Ambos se retiran.

Todos los días era la misma situación: lo molestaban por el hecho de estudiar tanto y siempre tener mejores notas que todos, no faltaba momento en el que no fuera felicitado y halagado por todos los profesores, esto no era algo que le gustara ni que le disgustara, sólo escuchaba y asentía ante esos comentarios, los únicos halagos que siempre le gustaron fueron los de su pequeño hermanito, pero jamás los volvería a escuchar. Dejó de escucharlos desde hace dos años atrás

La hora del exámen llegó y todos los alumnos estaban en silencio, él estaba sentado en la esquina de atrás, algunos se copiaban o se pasaban papelitos con respuesta, nunca los acusaba, pues de igual forma nunca sacaban buena nota, la mayoría del salón siempre tenía menos de 70 en promedio.

Terminó el tiempo y todos entregaron los exámenes en orden, luego de 30 minutos de descanso mientras revisaban las pruebas, los llamaron de regreso, seguido de eso anunciaron las calificaciones.

Los nombraron de uno a uno, todo lo que se escuchaba era los nombres de los alumnos seguido de los números 50, 60 y 70, ningún número más alto que esos.

Llegó el turno de Yoongi, lo mencionaron seguido del número 100, se levantó a recoger su exámen y al volver a su asiento todos lo miraban con miradas de recelo, todos creían que era el favorito de la maestra.

Yoongi sólo pensaba:

Si estudiaran en lugar de ir al cine en día lunes no tendrían notas tan bajas...

Terminó la jornada de clases y volvió a su casa, al llegar subió directo a su cuarto, pues cuando abrió la puerta escuchó gritos que provenían de la cocina, señal de que sus padres discutían de nuevo.

Entró a su habitación y cerró la puerta para después colocarse sus audífonos y no escuchar las discusiones, siempre era lo mismo, y no entendía el por qué de tanta pelea, en fin, ya estaba acostumbrado a esto.

Mientras estaba acostado en su cama, giró su cabeza a la derecha y fijó su mirada en un pequeño peluche que se encontraba en un estante, se levantó y lo tomó entre sus manos para volver a su cama y sentarse mientras acariciaba con ternura aquel peluche de conejito.

Inconscientemente, dejó caer una lágrima por su mejilla al recordar a su hermanito de sólo 6 años, si tan sólo hubiese estado en casa 5 minutos antes, sólo 5 minutos eran suficientes...

Estaba perdido en sus pensamientos que no escuchó que abrieron la puerta debido a los audífonos.

Su madre había entrado, le retiró con cuidado los audífonos y notó rastros de lágrimas en sus mejillas, comprendió eso cuando lo vió con el pequeño peluche, Yoongi alzó la mirada y la vió, éste intentó disimular su tristeza, pero fue imposible, su madre ya lo había notado.

—¿Aún lo extrañas? — La mayor se sentó a su lado.

—Sí madre... — Baja su cabeza.

—Pero... pasó lo que tenía que pasar. — Soba su espalda.

—No madre. — La mira a los ojos. —Fue culpa mía...

—No fue tu culpa, no es culpa de nadie. — Intenta calmarlo.

—Madre, si no me hubiera distraído en esa tienda hubiese llegado antes a casa y lo habría protegido para que nada le pasara. — Se levanta.

—Hijo...

—¡¡No madre!! Si no fuera por mí, ¡¡Jungkook no estaría muerto!!

—Cariño, no fue tu culpa. — Se levanta para tomar sus manos.

—Sí lo fué mamá... — Su voz se corta y comienza a derramar lágrimas.

La mayor lo sentó de nuevo en la cama para acunarlo en sus brazos, acariciando su cabello para calmarlo, sabía lo mucho que le afectó la pérdida de su hermano, ambos eran realmente cercanos, Yoongi siempre defendía a Kookie, y el menor se la pasaba todo el día hablando sobre lo mucho que quería ser igual de genial que su hermano mayor.

El pequeño Jungkook era la alegría de la casa, siempre con esa sonrisa de conejito. Un día ambos hermanos paseaban por el Moll hace dos años, Kookie con 6 añitos y Yoongi con 22, al pequeño le llamó la atención un bonito peluche, así que de inmediato le pidió a su hermano que se lo comprara, éste se lo compró y el pequeño estaba muy feliz, era un lindo peluche de un conejito blanco.

Cuando llegaron a casa, el menor estaba encantado con su nuevo peluche, no lo soltaba para nada, incluso dormía con él.

Yoongi aún recordaba todo eso, y una escena en especial cuando había una fuerte tormenta...

Flashback:

—¡¡Hermanito!! ¡¡Hermanito!! — Entró asustado un pequeño niño aferrado a su peluche.

—¿Qué pasa Kookie? — Abre los ojos con pereza.

—Yoongi, tengo miedo. — Se queda parado frente a la cama.

—Ven aquí. — Palmea a un lado de él.

El pequeño sin dudarlo sube a la cama y se acomoda junto a su hermano abrazando su peluche, el mayor lo cubrió con la sábana y lo abrazó para darle seguridad.

El pequeño Kookie siempre acudía a su hermano mayor cuando estaba asustado o se sentía vulnerable, pues veía a su hermano como un superhéroe, siempre lo cuidaba de todo peligro.

Fin del Flash Back.

—Esta vez no lo pude proteger... — Su voz era casi inaudible mientras lloraba en las piernas de su madre.

—No te lastimes más con ese pensamiento, a Kookie no le gustaría verte de esta manera. — Lo consuela.

—Y pensar que el idiota de Kai era mi amigo, me engañó, me dijo que siempre me apoyaría cuando Jungkook murió, y sólo me dejó...lo odio... — Dice molesto.

—No pienses más en el, déjalo en el pasado. — Le aconseja.

—Está bien... — Suspira.

Luego de un rato, Yoongi se quedó dormido, su madre se levantó con cuidado y lo acomodó en una posición más cómoda, lo cubrió y salió con cuidado para no despertarlo.

Holaaaaaaa, bueno, como dije estos capítulos serán algo amargos, pero después habrá más cosas lindas, ya que es mi primera vez escribiendo no sé si lo estoy haciendo bien, espero les guste 💘✨