Mi chico de ojos morados {YoonSeok}

Capítulo XVII

Hubo silencio por unos largos segundos.

¿Así se siente estar muerto? ¿Realmente lo estoy? Pensaba el pelirrojo.

Hasta que escuchó el sonido de una respiración, ésta era agitada, se escuchaba detrás de él, así que se giró como pudo y lo vió, frente a él estaba su Hyung sosteniendo una pistola mientras respiraba agitado.

Se revisó él mismo y no tenía ningún signo de bala, luego vió a su alrededor y pudo ver cómo ese hombre estaba tirado en el suelo con la cabeza sangrando, y al lado aquel chico con una herida en la pierna mientras se quejaba del dolor.

Claramente quedó horrorizado con esas imágenes, el mayor lo notó y con cuidado se acercó a él para tomarle el rostro y verlo a los ojos.

—Oye, ¿estás bien? Ya pasó. — Le habló en un tono suave.

—Pero...cómo... tú- — No podía hablar por el asombro.

(Flash Back)

El hombre ya estaba a punto de disparar al pelirrojo mientras el pelinegro luchaba con todas sus fuerzas por liberarse.

Aprovechó un ligero momento en el que Kai se descuidó para usar su puño y darle un fuerte golpe en la entrepierna y dejarlo tirado.

Luego corrió y se lanzó a la espalda del hombre para quitarle aquella arma y sin pensarlo dos veces le dió un disparo en la cabeza dejándolo inerte en el piso y luego le dió uno en la pierna a Kai para dejarlo inmovilizado.

Todo esto lo hizo muy rápido, no tardó ni un minuto en hacer todo eso.

Él mismo quedó asombrado por lo que acababa de hacer, pero no se arrepentía, si bien, probablemente tendría problemas si alguien se enteraba de eso, pero ya no le importaba, lo importante era que ahora el menor estaba seguro.

(Fin del Flash Back)

—¿Tú hiciste eso? — Pregunta aún estando en shock.

—Lo hice. No lo pensé mucho, sólo pensaba en que estuvieras bien y sacarte del peligro. — Dijo sincero.

—No sé qué decir, me salvaste la vida. Gracias Hyung. — Lo abrazó con todas sus fuerzas, sin importarle el dolor que sentía en su cuerpo.

Por primera vez en años, el pelinegro se sintió querido en ese abrazo, se sintió sincero y lleno de cariño, así que también respondió al abrazo dejando saber el miedo que había sentido al ver que lo amenazaban con un arma.

Unos quejidos los sacaron de su hermoso momento.

—Tú...maldito, me las pagarás... — Habla entre cortado.

—Cierto, me estaba olvidando de tí. — Se levanta. —No te dejaré morir, te llevaré al hospital y voy a inventar una falsa excusa, pero más te vale no decir la verdad porque entonces sí, serás hombre muerto, ¿entendido?

Kai sólo pudo asentir de manera rápida, no quería morir, así que no diría nada.

El pelinegro se acercó al menor y lo ayudó a levantarse con mucho cuidado, seguido de eso se deshizo del arma homicida, como estaban a las afueras de la ciudad había mucha tierra alrededor, así que excavó un agujero para enterrarla y ocultar evidencias, después llamó a una ambulancia para que atendieran a Kai y al pelirrojo.

Pasaron unos 30 minutos y la ambulancia ya había llegado, los trasladaron al hospital y los atendieron, a Kai lo llevaron a cirugía para extirpar la bala, mientras que al menor solamente le dieron analgésicos para aliviar el dolor y atendieron sus heridas, una vez que estuvieron ambos bien el mayor llamó a la hermana de Hobi para que fuera al igual que a sus padres, había cosas que aclarar entre la familia.