Capítulo XIII

853 99 10
                                    


El día transcurrió muy lento para el pelirrojo, pues aún no lograba terminar, ya había terminado cerca de la mitad, pero aún le faltaba bastante, decidió tomar un pequeño descanso, cuando unos toques en su puerta lo interrumpieron.

—Hobi, ¿puedo pasar? — Preguntó tu hermana.

—Claro, entra. — Contestó.

—Te traje esto. Desde que llegaste no has comido, ¿puedo saber qué estás haciendo? — Dijo mientras colocaba una bandeja con algunos bocadillos y una bebida en el escritorio.

—Gracias, Noona. Es que estoy muy ocupado haciendo los trabajos atrasados de Yoongi Hyung, me ofrecí a ayudarlo para que no le afectara. — Luego de decir eso, se llevó un bocadillo a la boca.

—¿En serio? Entiendo que te importa tu Hyung, pero nunca pensé que tanto. — Sonrió abiertamente.

—Lo sé. — Tragó el bocado. —Necesito terminar todo esto para mañana a más tardar y entregárselo a Yoongi Hyung para que se lo revisen.

—Mi hermanito es tan bueno con los demás. — Revolvió su cabello.

—Noona también es buena. — Sonrió.

—Bien. En ese caso, te dejaré terminar, vendré más tarde. — Se acercó a la puerta.

—Está bien. — La vió salir.

—&—

—No sé que hacer madre. Estoy tan confundido, pero, a la vez, lo que siento hacia él parece tan real y concreto. — Hablaba mientras seguía abrazando a la mayor.

—Tranquilo, todo estará bien, ese chico es una muy buena persona. Yo confío en él. — Acarició su cabello.

—¿Cómo puedes confiar en él si apenas lo conoces? — Se separó.

—Hijo, hay personas que con sólo una mirada, sabes si son de fiar o no, y él es alguien de buen corazón. — Sonrió.

—¿De buen corazón?

—Sí, por eso te pedí tu mochila. Él me pidió que se la diera para así poder ayudarte con la universidad.

—¿¿Qué?? ¿Él está haciendo lo que tengo pendiente? — Abrió grande los ojos.

—Así es, por esa razón ya se fue. — Prosiguió.

—Pero no tiene porqué hacerlo, es mi asunto. Yo iba a encontrar la forma de arreglarlo. — Se pasó el cabello para atrás, frustrado.

—Cariño, déjate ayudar. Siempre haces todo sólo, acepta su amabilidad, ahora tienes a alguien que se preocupa por ti además de mí, aprovéchalo. No todos son iguales, créeme. — Acarició su mejilla.

—Está bien, mamá. — Bajó la cabeza y suspiró.

—¿Qué pasa?

—Debo empezar con la demanda. — Levantó la mirada.

—Hijo, deja eso atrás, no tienes que...

—Madre, no sigas. Lo quiero ver tras las rejas, ahí es donde merece estar. — Se puso firme.

—No puedo discutir contigo. Ahora eres un adulto y ya puedes tomar tus propias decisiones. — Sonrió con suavidad.

—Mamá, si lo hago es porque estoy muy molesto con lo que te hizo, debe pagar por sus actos, no quiero que te vuelva a lastimar. — La abrazó.

—Yo estaré bien, no te preocupes por eso. — Correspondió el abrazo.

—Eres lo único que me queda, no quiero perderte a tí también. — Se aferra al abrazo.

Mi chico de ojos morados {YoonSeok} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora