Capítulo XVIII

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—Hijo, ¿dónde estuviste? — Preguntó preocupada.

—Madre...yo...debo contarte algo. — Bajó la cabeza.

—¿Qué pasa?

—Hice algo muy malo, yo... no quería hacerlo... sólo, me ví en la necesidad. — La miró como si pidiera ayuda.

—Calma, puedes decirme. — Acarició su cabello.

Suspiró: —Maté a alguien...

—¿Que hiciste Qué? — La mujer abrió los ojos sorprendida.

—Déjame explicarte. — Se apresuró a decir.

—Está bien.

—Yo, no estuve en casa porque secuestraron al chico que estuvo aquí, Hoseok, así que fuí a buscarlo y lo tenían en el piso lleno de golpes, entonces en mi intento de ayudarlo me dejaron inconsciente, para cuando desperté, lo tenían amenazado con un arma en la cabeza y yo no podía hacer nada porque me estaban sujetando, luego en un momento de suerte me pude soltar y le quité la pistola a ese hombre y sin pensarlo le disparé... sé que estuvo mal, pero...yo...

La mujer lo abrazó con fuerza mientras ligeras lágrimas salían de sus ojos.

—Tranquilo, hiciste lo que debías hacer en ese momento. — Se separó y lo vió a los ojos. —Lo que hiciste estuvo mal, pero era lo único que podías hacer.

—Mamá, no soy un asesino... — Sus ojos se cristalizaron.

—Claro que no, no lo eres. Está bien. — Tomó sus mejillas.

Ambos se abrazaron, y la mayor pudo tranquilizar a su hijo, pues este estaba muy asustado por lo que había hecho.

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Dieron de alta al pelirrojo y la familia se fue a casa, había un poco de tensión por las cosas reveladas, pero eso no cambiaría nada.

Una vez llegaron, el menor se fue a su habitación, entró y se sentó en su cama pensando y procesando todo con más calma, habían pasado muchas cosas en un sólo día.

Su hermana entró y se sentó junto a él, todo en silencio, hasta que ella lo rompió.

—Hobi. — Hizo que la mirara. —Nosotros siempre fuimos hermanos, lo somos y lo seremos.

—Siempre seremos hermanos. — La abrazó con fuerza.

—¿No quieres ir a ver a tu Hyung?

—¿Ahora? Pues, sí quiero... pero tal vez esté con su mamá y no quiero interrumpir.

—Te quiero preguntar algo. Ese Hyung ¿te gusta? — Levantó ambas cejas de forma cómplice.

—¿Ah? Bueno...yo...d-debo ir al baño. — Intentó escapar pero lo detuvieron.

—¡Alto ahí! Dime, ¿es verdad?

—¡Promete que no se lo dirás a nadie!

—¡Lo prometo!

—Está bien. — Suspiró. —Yoongi Hyung... sí me gusta. Creo que, desde que lo conocí me llamó la atención. — Sus mejillas se pusieron rosadas.

—¡Lo sabía! — Dijo alegre. —¿Ya se lo dijiste?

—Por supuesto que no. ¡Qué pena!

—Deberías decirle. ¿Que tal si también le gustas a él?

—¿Que tal si no?

—Oh vamos, si no le gustaras o importaras, ¿crees que te habría salvado? Si no fuera así, ¿por qué se molestaría en irte a rescatar?

Mi chico de ojos morados {YoonSeok} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora