Mi chico de ojos morados {YoonSeok}

Capítulo XXI [Final]

El pelirrojo había llegado a su casa, entró esperando que no hubiera nadie que lo viera, pero mala era su suerte pues justo en la sala estaban sus padres y su hermana, aparentemente sus padres parecían estarlo esperando, mientras su hermana tenía una expresión que le intentaba decir que había hecho lo que pudo.

Se acercó a ellos un poco nervioso, sus padres estaban muy serios, eso no era normal, se sentó junto a su hermana esperando a que alguno dijera algo.

—¿Dónde estuviste anoche? — Preguntó su madre.

—Yo...bueno... — No sabía que responder, ¿qué pensarían si les dijera que durmió con el chico que ahora es su novio?

—¿Cómo se llama el chico con el que estuviste? — Ahora preguntó su padre.

—¿¡Qué!? — Abrió grande los ojos y le dió una mirada asustada a su hermana.

—Lo siento. Me preguntaron dónde estabas y tuve que decirles que fuiste con un amigo. — Habló apenada.

—Mamá, papá, no es lo que piensan. Yo..

—Calma. — Por fin sonrió su madre. —De hecho estoy contenta de que tengas un buen amigo que incluso vas a su casa a visitarlo. Hijo, pasaron años que no tuviste ningún amigo, así que esto no nos molesta en absoluto, nos pone muy felices.

—De casualidad, ¿ese amigo tuyo no es el que estaba en el hospital aquel día? — Habló su padre.

—Así es. — Dijo un poco sonrojado. —Se llama Min Yoongi, es una buena persona. Parece ser muy serio, y es verdad, pero por dentro es muy cálido. — Sonrió.

—Hobi, ¿le dijiste? — Susurró con mirada insinuante.

—Se lo dije. — Le dió la misma mirada.

—¿Y qué pasó? — Continuaban en susurros.

—Te contaré más tarde. — Dijo notoriamente emocionado.

—¿Entonces...? — Abrió su boca formando una "O".

—¿Qué tanto susurran ustedes dos? — Intervino la mujer.

—Nada importante, iré a mi cuarto. — Se levantó y tomó del brazo a su hermana para llevársela jalando a la habitación.

Ambos hermanos entraron y el menor cerró la puerta con seguro, luego se sentó en su cama esperando que su hermana también lo hiciera y le pusiera atención mientas mantenía una sonrisa en su rostro.

—¿¡Qué esperas!? ¡Habla! — Lo sacudió de los hombros.

El menor sonrió con complicidad: —Adivina quién tiene cuñado

—¡No puede ser! — Gritó emocionada. —¿De verdad? ¿Cómo? ¿¡Cuándo!?

—Fue apenas hoy realmente, antes de venir a casa me lo dijo. — Sonrió abiertamente.

—Es la cosa más increíble. — Estaba demasiado entusiasmada.

—Sólo que...no sé si mis padres reaccionen como tú. — Rascó su nuca.

—Tú tranquilo, yo estaré contigo. Ten por seguro que lo tomarán muy bien, ellos no son el tipo de personas que te rechazarían y lo sabes. — Sonrió.

—Tengo a la mejor hermana del mundo. — La abrazó.

Ambos se abrazaron por un tiempo, el menor estaba contento de recibir la aprobación de su hermana, ahora quedaba acordar un día para que su Hyung fuera a su casa por primera vez y así presentarlo cómo se debía, ahora que lo pensaba, también sería buen momento para darle aquel pequeño regalo el cual no había tenido oportunidad de darle por todas las cosas que habían pasado, aún guardaba con esmero ese peluchito de gatito, no lo decía en voz alta, pero creía que su Hyung se asimilaba a un gato muy bonito.