𝑨𝑻𝑬𝑬𝒁↫El enmascarado negro.↬𝓨𝓾𝓷𝓙𝓸𝓷𝓰 (EN EDICIÓN)

Extra 6.

Escrito el 28 de Septiembre del 2024.
Capítulo corregido.

Extra 6
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«He de aclarar y advertir:

Este capítulo es solo un extra, por lo tanto, si usted así lo desea puede pasar a la siguiente parte; esta decisión no afectará en nada su comprensión lectora.
Desde ya, muchas gracias por leer.»
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La pierna de cierto pelirosa no paraba de moverse, inquieta y nerviosa, a la vez que tenía sus brazos cruzados y sus ojos se paseaban frenéticos por la limitada visión que tenía del interior de la fiesta. Se encontraba en el punto de encuentro; la puerta principal del edificio, donde se suponía harían la broma a los raritos. Yeosang se encontraba allí, esperando porque sus amigos llegaran con los invitados estelares de la noche, y así poder darles su merecido de una buena vez, tal y como habían planeado.
Pero en lugar de eso, estaba ahí completamente solo, esperando y siendo consumido por sus malditos pensamientos intrusivos. Otra vez.

Sentía que iba a perder la razón si seguía así; la incertidumbre lo estaba matando.

―Dejá de morderte las uñas―escuchó de repente.

¿Su mano estaba en su boca? No se había percatado de ello. Es más, ni siquiera se habría dado cuenta si el recién llegado no lo hubiera mencionado y apartado su mano de la boca.
Vió cómo tomaba su mano y se dedicaba a besarla con delicadeza. Sonrió como un idiota cuando confirmó de quién se trataba. Era él, su mundo entero, su querido novio: Park SeongHwa.

Inmediatamente salió de su trance.

―L-lo siento―dijo apenado―no me dí cuenta...

SeongHwa negó con cierta preocupación y apretó sus labios, pero no mencionaría más al respecto. Simplemente se limitó a rodearlo dulcemente con sus brazos, para luego levantarlo y sentarlo con delicadeza sobre una mesa que se encontraba contra la pared.

―Desde que planeamos esto que no te das cuenta de las cosas...―dijo melancólico.
Yeosang lo miró en silencio, apartando la mirada. Sus gestos nerviosos e impulsivos SeongHwa ya los conocía, y sabía perfectamente que su novio se sentía impaciente, y que pronto caería en la desesperación si continuaba pensando en ese tema.

Tomó sus manos entre las suyas, depositando tiernamente besos en ambas manos. ―Tranquilo, todo va a salir bien...―intentaba tranquilizarlo.

Yeosang sonrió débilmente. ―Me pone nervioso que los chicos no hayan mandado ningún mensaje ni nada...―relató con preocupación. Su rostro era fiel reflejo de su inquietud, ya que sus ojos no podían permanecer quietos en un punto fijo.

Seonghwa acunó su rostro entre sus manos, acariciando su piel tersa con suavidad. Sus miradas se conectaron una vez más.
―Ya hablé con Yunho y Mingi, los están buscando―informó medio sonriente. Yeosang sonrió, obligándose a reprimir su preocupación. ―Hey, Sanggie―llamó en un murmullo mientras tomaba cálidamente su mentón; Yeosang se dejó con ternura. ―No te hagas la cabeza, en serio, todo va a salir bien... Ya tenemos todo preparado, ¿o no?―espetó sonriente.
Yeosang soltó una risita tras la expresión de su pareja.

Y es que era cierto. Tenían las sogas atadas sobre la puerta, las bolsas listas en la puerta, los huevos podridos a un lado y la pintura del otro. Tenían suficiente mierda como para tirarla debajo de un maldito puente maloliente.
Solo faltaban las presas.
Suspiró con pesadez. ―Ay, tenés razón bebé...―bufó avergonzado. ―Lamento que tengas que aguantarme tan nervioso...―murmulló haciendo un lindo puchero con sus labios.
Su mano acarició la piel de su pareja; esa serpiente tatuada en esa zona de su cuello, expuesta en su piel como si fuera una marca de nacimiento... y esa mirada, antes gentil que comenzaba a tornarse feroz y profunda... Su novio sí que sabía cómo enloquecerlo. Debía admitirlo.

―Estás hermoso―comentó de repente.

Yeosang se sorprendió de aquel comentario tan repentino, esbozando una sonrisa encantadora.
―Y tú muy apuesto...―susurró sobre sus labios.
Se fundieron en un profundo beso lento, sin enfocarse en nada más a su alrededor que no fuera su otra parte, esa persona que lograba completarlos, que con orgullo podían llamar "novio" de manera recíproca. Y aunque la fiesta se llevaba a cabo en el interior de la institución, ellos no la necesitaban, pues ellos ya tenían su fiesta exclusiva.

Aunque por ello perdieran la noción del tiempo.

Quién diría que puedes llegar a preparar algo con tanto esmero, para que al final nada valga la pena.

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Me disculpo profundamente, pero hoy no hay recomendación del día.

―Atte: Enigma.