EPÍLOGO pt3

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*Bip*  (salto en el tiempo)

Aunque intentaban pasar el mayor tiempo posibles juntos con el bebé; Aveces era simplemente imposible.

Con su año y medio el pequeño niño miró atravez del cristal del aeropuerto. Se retorció en brazos del omega haciéndole saber que pronto iba a llorar.

_ ¿¿¡Dada!??_ Le preguntó con su tierna voz apuntando el cielo.

_ Sí, papá se está yendo en ese avión mira.._ Le ayudó guiando su manito hasta un avión que comenzaba a despegar_ Tiene que irse a cantar a otro país...

Pero el pequeño comenzó a llorar al notar la ausencia de su padre.
Jimin pensaba que tendría tiempo de volver a casa antes de que su bebé se diera cuenta que el alto no regresaría ese mismo día. Se sentía culpable de intentar engañarlo, pero no podía hacer nada más.

Así era el trabajo del alfa...

Meciéndolo de un lado a otro intentó calmarlo. Lo abrazaba triste, pues él también sentía su ausencia. Más aún cuando le tocaría cuidar de sus dos bebés.

_ Vamos... Iremos con la abuela ¿Está bien? _ Negó con la cabeza en un amago de demostrar su enojo retorciéndose en los brazos del rubio para que lo soltara.

¿Qué podía hacer? Él también estaba triste y las miradas de los presentes no ayudaban. Escuchar el llanto desgarrador de su bebé por extrañar a su padre no era algo tan fácil de lidiar.

Lo dejó en el suelo y se agachó para explicarle_ Jeongmin-ah... Papá volverá en unos días... A mí también me pone triste que se vaya..._ Limpió su carita mientras el pequeño se calmaba mirándolo con ojos tristes_ Pero no puedes hacer esto cada vez que se va ¿Entiendes? Porque yo me pongo más triste y papá también... _ Aún con sus ojitos llorosos asintió comprendiendo.

No sabía si es que ambos eran padres geniales o simplemente habían tenido suerte con su niño. Al principio tenían un poco de miedo de que fuera muy mimado por todo el amor que le daban. Y es que la manera en la que habían crecido, tanto jimin como jungkook eran muy diferentes. El omega había sido educado con muchas restricciones y castigos muy al contrario del alto que podía hacer lo que quería casi siempre; su madre era una persona buena, sin embargo tenía mucho caracter. Fueron muy pacientes con él y podía jugar en la tierra todo lo que quisiera. Hacía increíbles desastres con todo, pero nunca le habían regañado por nada.

Así que estaban en una encrucijada sobre cómo criarlo. El castaño le ponía muchas normas, más de las que nunca le pusieron a él porque pensaba que sus padres debieron ser un poco más estrictos con su crianza. Mientras que Jimin era totalmente lo contrario, al estar tan expuesto a los regaños y restricciones le resultaba difícil decirle que no a algo.

Aún así lograron establecer un método: Habrían normas, pero le dejarían explorar lo que quisiera, ya que era normal que tenga curiosidad por las cosas.

Todavía era muy pequeño así que las únicas reglas que entendía era "No tocar" o "Detente". Siempre teniendo en cuenta de que se tratara por su salud y no por otra cosa. Ya que al poder caminar aveces salía corriendo porque había visto algo interesante.

Por supuesto si le dices a un bebé de 18 meses que se detenga lo más probable es que no lo haga. Por eso habían insistido tanto en explicarle porque no debía hacerlo.

"No debes salir corriendo... puede pasar un coche y te va lastimar"

Con tiempo todas esas cosas se volvían automáticas y entendía que no debía preocupar a sus padres. Así que cuando quería explorar algo que estaba fuera de los límites estiraba la ropa de uno de sus papás para que lo llevarán ahí.

F#UCK MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora