CAP 49

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El alto observó como aquel omega que tanto amaba se enterraba en la cama utilizando su manta como si se tratara de un velo de bodas sobre su cabeza. Comenzaba a sollozar mientras él no podía hacer nada más que abrazar su espalda dándole apoyo.

_Duele..._ Le dijo con su vocesita distorsionada por el llanto.

Sin embargo más le dolía a él, pues verlo llorar así sin poder hacer nada le hacía sentir mucha impotencia.

Debido a la gira y su trabajo había veces que tenía que estar sin verlo un día entero. Antes estaba bien, pues el omega podía ir con él, pero a medida que avanzaba el embarazo cada vez era más difícil que tan solo deje su cama. Y ciertamente, estaba muy preocupado sobre la salud de su pareja.

Aveces incluso pensaba que exageraba un poco, pero le daba miedo que le sucediera algo mientras no estaba.

Tal vez, solo tal vez, se comportaba un poco paranoico, pero todas las veces que había tenido una corazonada había acertado, así que confiaba en su instinto.

Los médico le decían que no debían preocuparse demasiado, pero eso no tenía sentido ¿Cómo no iba a preocuparse si veía que la fuerzas de la persona que amaba se le escapaba de las manos?

¿Cómo se suponía que iba a soportar la labor se parto?

Era algo imposible de imaginar para él.

Jimin no lo haría.

No lo soportaría.

Tenía esa corazonada.

Desde un comienzo todo había comenzado mal y pensó que solo sería durante el primer trimestre, pero no, todo empeoraba.

Y él tenía mucha ansiedad al pensar en la posibilidad de perder a su pareja.

¿Estaba siendo paranoico?

¿Estaba exagerando?

Apoyó su cabeza en el hombro de su pareja mientras esta solo se dejaba hacer adolorido.

_ ¿Dónde duele?_ Le dijo triste y algo culpable. Jimin tomó su mano desplazándola hacia su plano vientre.

Y es que otro de los problemas del omega era que se sentía acomplejado al no tener la típica barriga de omega en cinta. Había aumentado un poco de peso, eso era cierto, pero solo sus caderas habían crecido, hasta parecía que su trasero también, todo menos su pancita ¡Y los médicos seguían diciéndole que todo estaba bien!

Había leído que dependía de dónde se había situado su bebé y recordó que su madre no se había dado cuenta de su primer embarazo hasta el tercer trimestre, así que también podía ser genético.

No obstante ¡Él esperaba poder llevar esa típica ropa prenatal! ¡Enseñar y presumir su barriga de embarazo por las calles!

¿Aunque tal vez la gente lo juzgaría?

Pues sabían cómo habían hecho a su bendición...

Hacía ya meses que no tenía contacto alguno con las redes sociales, no tenía idea de cómo lo estaba viendo la gente, sus fans o las fans de Jungkook.

¿Lo habrían aceptado ya?

Eso ya no importa...

Ahora al menos tenía un bultito, sin embargo parecía de tres meses no de cinco.

Hizo una mueca aburrido.

Si al menos tuviera uno de esos embarazos donde no hay barriga y nada de síntomas sería genial. Pero estaba demasiado lejos de eso.

Sí, nadie se daría cuenta de que estaba en cinta a menos que él mismo les diera la noticia, pero eso solo era en apariencia: seguía teniendo náuseas, cambios de humor, mucho sueño y terribles ganas de quedarse en la cama del hotel viendo alguna otra serie por internet.

Y es que tenía prohibido ver la televisión por órdenes del médico.

Tampoco es que lo hubiera extrañado, pero al menos quería volver a ver las redes sociales...

Aunque tal vez era mejor así...

_ Ven mírame..._ Escuchó al alto decirle.

Giró el rostro solo para encontrárselo a centímetros del suyo con una sonrisa enternecida. Alzó la vista con sus bonitos ojos aguados logrando que el alfa se derritiera de amor, pues parecía un bebito.

_ Compartamos el dolor..._ Le dijo robándole un besito.

Cuando terminó el rubio hizo un puchero observando los labios del azabache _Otro...

La idea era que solo fuera uno, pero el alto no pudo resistirse a su lindo omega y terminó dándole unos cuatro besos cortos antes de tirar su autocontrol y tumbarlo en la cama robándole el aire.

Algunos dirían que se trataba de pasión.

Y qué hacía eso solo para obtener algo más.

Muy al contrario, aquello solo consiguió hacer reír a Jimin consiguiendo separarse de él.

Ahí, debajo de aquellas translúcidas sábanas no daban lugar a la desconfianza o la desilusión, pues en ambos ojos se revelaba como un espejo el amor incondicional que se tenían.

Jimin pensaba en la mirada cargada de ternura y esa sonrisa llena de amor y orgullo que siempre le dedicaba el alto al verlo ¿Estaría el haciendo la misma cara?

Porque le encantaba.

Su cuerpo se calentaba y todo se volvía dulce, el latir de su corazón resonando en su pecho y cómo perdía el aire al suspirar por sus besos.

Él simplemente estaba:

En una nube.

Y le encantaba estar así...

Recordaba que su hermana le había dicho que el enamoramiento apenas duraba unos dos meses... ¿Cómo era eso posible? Si ya iba a estar un año así.

Hermana... Esto no se va...

Y no quiero que lo haga...

Tan intenso que su pecho ardía con su presencia.

Tal vez es por el embarazo..

_¿Estás listo para ver a tus padres?

Y su sonrisa cayó.

F#UCK MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora