Sara en multimedia
El autobús se detuvo en mi parada, al bajar vi a mi amiga Sara y me dirigí hacia ella.
-¡Hola! ¡Estas muy guapa! ¡El moreno te sienta muy bien! - Me dijo, dandome un abrazo, yo se lo devolví después de mirarla de arriba a abajo, ella estaba tan blanca como de costubre, siempre dice que es descendiente de algún vampiro, su piel no soporta la luz del sol, por lo que sea la época que sea te la encontrarás con el mismo tono. Tenia el pelo rubio, casi blanco y los ojos verdes claros. La conocí hace 7 años, vivíamos en el mismo bloque de apartamentos. Al principio me era indiferente y nos hicimos amigas gracias a la que entonces era mi mejor amiga. Pero poco a poco, empecé a llevarme con ella y convertimos en mejores amigas. Y aunque me mudara a otro sitio no estaba muy lejos de ella, por lo que seguíamos manteniendo el contacto. Sara era atrevida y descarada, al contrario que yo, ella era la que ligaba y la que iba a fiestas. Pero se supone que los opuestos se atraen, y en esta amistad se puede comprobar que ese dicho es de verdad.
Fuimos a comer y después nos fuimos de compras.
Al volver a casa me plantee si subir por el ascensor o por las escaleras. Todo mi ser decía que subiera por el ascensor. Quería volver a verle, quería observar esos ojos verdes y quería volver a oler su aroma. Al final escuché esa voz en mi cabeza y decidí tomar el ascensor. Pero hoy no tuve tanta suerte como ayer, perdón ... Hoy tube suerte de no verle. Al llegar a casa mi madre estaba en la cocina intentando abrir la puerta de la galería.
- ¿Te ayudo mama? - Le dije mientras veía como su rostro se contorsionaba de frustración al no poder abrir la puerta.
-No vas a poder, lo he intentado yo y la vecina del octavo, y no hemos podido - Se hizo a un lado para que lo intentara-.
-¿Desde cuando tenemos vecina del octavo? Pensaba que esa era la casa de la pareja que se mudo a Suecia- Le dije mientras intentaba abrir la puerta. Al final me di por vencida y me senté en la encimera mientras me comía un helado que había cogido del congelador. Mi padre me observó con enfado, odiaba que me subiera a la encimera.
-Solo están de veraneo, son una familia de Estados Unidos, aunque hablan muy bien español-.
Me fui al cuarto de baño, hice mis necesidades, me desmaquillé y me puse el pijama. Aun eran las 20:30 pero no iba a volver a salir. Me tumbé en la cama con un libro mientras Bor se tumbó a mi lado con su cabeza sobre mi pierna. Con un brazo sujetaba el libro y con el otro le acariciaba en el estomago. La puerta de mi cuarto se abrió y entro mi madre
-Cariño, voy a bajar a comprar para la cena, vuelvo en un rato. Me llevo a Bor
-Vale mama -Se acercó y me dio un beso en la mejilla, Bor la siguio fuera de mi cuarto, sabiendo que le esperaba fiesta. Al cabo de unos minutos oí el sonido de la puerta cerrándose. Seguí leyendo tranquilamente hasta que el sonido del timbre me interrumpió. Me levanté entre maldiciones, ya que el libro se había quedado muy interesante. Fui a abrir la puerta sin mirar por la mirilla, pensando que era mi madre a la que se le habían olvidado las llaves. Abrí la puerta y me giré rápidamente sin fijarme en quien había tocado. Cuando iba de camino a mi cuarto un carraspeo me interrumpió.
- Princesa, no puedo negar que tus piernas se ven deliciosas con ese pijama, pero dejar la puerta abierta a un desconocido e irte derecha a una habitación da a entender que quieres algo que yo estaría encantado de ofrecerte...-Al escuchar esa voz me gire lentamente y me quedé petrificada. ¡Mierda! No era mi madre. Era Colton. Mierda, mierda, mierda mierda. Le recorrí con la mirada, llevaba unos pantalones vaqueros que se ajustaban a sus piernas, unas converse y una camiseta de manga corta blanca, en la cual se marcaban sus perfectos abdominales. Tenia six pack. Dios mio, matame aquí mismo. Vi como el me repasaba con la mirada, y yo hice lo mismo. Tenia un pijama, el cual la parte de arriba y la parte de abajo no eran del mismo juego. La parte de abajo era blanca con lazos azules y la parte de arriba era gris lisa....con una mancha desteñida de lejía (eso fue producto de mi primera colada). Le mire otra vez, cuando término de observarme esbozó una sonrisa divertida.
- Mi madre me ha mandado a que arregle tu puerta
-¿Tu madre es la del octavo?- Me asintió con la cabeza, le llevé a la cocina le señalé la puerta rota.
- Perdón por el calor, el mando de la calefacción se quedó ahí dentro...
-No pasa nada- Dijo interrumpiendome.
-Bue-Bueno si necesitas algo yo estoy en mi cuarto y..y.... te dejo. Chao. -Me fui roja como un tomate por la mirada de que me dirigió. Mierda Lía, no puedes ser mas idiota. Ahora el chico pensará que eres retrasada. Me metí en mi cuarto y me mire en el espejo de cuerpo entero. Tampoco estaba tan mal como pensaba, me peine el pelo y me lo recogí en un moño alto. Al cabo de un rato volví a salir. Al entrar aa cocina me dirigí directamente a coger un helado sin mirar a Colton, no sabia la imagen que me podía encontrar. Y no mirarle significaba no ponerse nerviosa y no tartamudeo
- ¿Has terminado ya? -Le dije mientras le daba la primera lamida al helado y cerraba la puerta del congelador.
-Si, a sido fácil - dijo una voz detrás mía. Muy detrás mía. Me di la vuelta con rapidez y le estampe el helado en el pecho. El cual tenia descubierto. Se habia quitado la camiseta. Menudos abdominables...c
¿Lia desde cuando piensas así? Menudos pensamientos mas sucios, pare que estas en celo, me dije a mi misma - Me has manchado... Ahora dime, ¿como piensas limpiarlo? -Me dijo, dándome una sonrisa picara. Estaba demasiado cerca, sin camiseta y mirándome fijamente a los ojos, cuando escuche la puerta de casa. Uff salvada. Su mirada pasó a ser de fastidio, y la mía de alivio.
Nota
¡Hola a tod@s! Somos 28 leídas . Tengo otra historia que no va para nada de hombres lobo ni nada sobrenatural. Leer la sinopsis y votarla porfa :)) Siento este capítulo, no me ha salido tan bien como quería, estoy en casa con gripe
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Mia y solo mia
Manusia SerigalaLia no sabia lo peligroso que era montarse en un ascensor. Se maldijo internamente desde aquel dia por no haber subido por las escaleras, pero la pereza de subir a un quinto la superó. -------------------------- Me arrinconó contra la esquina mientr...