Capítulo XI

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Pov's Colton


Me sequé el sudor que caía por mi frente mientras me encaminaba hacia los vestuarios. Todo mi cuerpo me gritaba que diera media vuelta y fuera junto a Lia. Que la cogiera fuertemente de la cintura y hundiera mis dientes en su cuello mientras la reclamaba como mía. Pero mi lado humano se negaba. Estaba cabreado con ella por como se comportó aquel día en su cuarto. Mi cabreo era tan notorio que mi madre acabó por sonsacarme que es lo que me pasaba (No se como siempre lo consigue), por lo que se enteró de que encontré a mi mate, y de que ella era humana. 

Tras una pequeña charla y un par de calbotes de su parte llegué a la conclusión de que debía dejarla en paz hasta que ella se decidiera a hablarme. Bueno, lo de dejarla en paz es de forma relativa, pienso estar vigilandola, no voy a permitir que ningún hombre se acerque a ella, Ella es mía y solo mía. Aunque ella aún no lo sepa. 

Fue una verdadera sorpresa encontrármela en el gimnasio, ella tenía buen cuerpo, pero realmente nunca llegué a pensar en como lo consiguió. Lo único que si que sabia era que me moría de la rabia al pensar en todas las  miradas que ella recibiría estando aquí, cuando yo no este para protegerla. Tendría que descubrir sus horarios y venir a la par. Aunque tenía que evitar que se fijara en que la estaba persiguiendo. Sería un poco difícil y seguramente acabaré poniéndome en ridículo. 

En cuanto entré en el vestuario me di cuenta de que había dejado olvidada la botella de agua en la zona de las cintas y las bicis, por lo que me di media vuelta, dispuesto a ir a recuperara. Legué a la sala de maquinas subí las escaleras que llevaban al piso de arriba y cogí la botella de agua, que se encontraba junto a una chica corriendo. Ignoré su mirada coqueta y volví a bajar las escaleras. 

Al pasar por la zona de las pesas no pude evitar echar un vistazo hacia ella. Allí se encontraba Lia, tumbada sobre una banqueta, levantando con sus débiles brazos unas pequeñas pesas. En mi mente reí al ver su cara de concentración y el tembleque que tenía en sus brazos cada vez que los estiraba sobre ella. 

Estuve mirándola durante un rato, hasta que me di cuenta de que no era el único. Un hombre de unos 30 años la miraba con burla mientras soltaba una risita.

Oh no, el no había hecho eso. El no se estaba burlando de MI mate. Me acerqué rápidamente a él mientras soltaba pequeños gruñidos pensando en mil y una formas de hacerle tragar esa estúpida sonrisa de cabronazo que tenía. Cuando estaba a tan solo a un par de metros de él, se dio cuenta de mi presencia. Mi cara de querer matarle surgió efecto en él y se giró con rapidez, encaminándose hacia los vestuarios. Ja, si pensaba que así se iba a librar de mi lo llevaba claro. Estaba por seguirlo cuando escuché una pequeña voz a mi espalda.

-¿Colton? 




Capitulo corto, pero todo un récord subir dos capítulos en una tarde. Nos vemos..........¿mañana? O tal vez pasado.

Chaoooooooooooooooooo

Mia y solo miaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora