CRÓNICAS DE MAR Y TIERRA

Los cuentos del abuelo II La concepción del mundo

El sol comenzaba su lento descenso entre las montañas de Aramat. Desde la cima de las montañas podía verse un asentamiento Zoref nómada. Sus tiendas cubrían casi enteramente la llanura y sus lumbreras podían verse a kilómetros de distancia y competían con las estrellas que apenas iban formándose En el cielo.

Era una caravana mercante que recorría todo el país de keoth de norte a sur, comerciando pieles, especias, animales, licores y cualquier cosa que pudieran comprar y vender. Se dirigían al gran mercado de Turkstan, conocido por ser el más grande y exótico.

Marinos de todo el mundo llegaban a comprar y vender ahí mismo, el puerto de Turkstan estaba junto y gracias a este mercado era uno de los más importantes del mundo. Cualquier comerciante que se quisiera ser respetado debía acudir a aquel tianguis al menos tres veces al año y era tan extenso que no se podía recorrer por completo ni en dos días enteros.

El líder de la caravana y patriarca de su familia se hacía llamar Hust. Tal como acostumbraban los Zoref, Hust, tenía 6 esposas y aproximadamente 4 niños con cada una de ellas. Así que la caravana nunca estaba en calma, los 24 pequeños, les daban vida a las tiendas y no cesaba el ruido.

Afortunadamente para las ataviadas madres y los sirvientes, al padre de Hust, le encantaba contar historias a sus nietos y estos a su vez adoraban los cuentos de su abuelo que cada noche eran diferentes y aún más emocionantes que el anterior.

Cada noche, después de cenar, en una enorme tienda alumbrada por una fogata, el abuelo se sentaba frente a los chiquillos, sorbía un poco de su te de hierbas silvestres y limpiaba su garganta para dar inicio a la historia.

—saben niños —dijo el anciano mientras prendía su vieja pipa— cada zona oceánica tiene sus propios dioses, sus propias historias, mitología, leyendas y relatos. Es muy importante saber diferenciar entre estas pues algunas son ciertas y otras tienen muy poca verdad dentro de ellas.

"¡sin embargo! Aunque cada país tenga a sus propios héroes y leyendas, hay una... hay una historia que se repite en todas: la concepción del mundo tal como lo conocemos y de la tierra seca."

"Y aunque esta historia es muy antigua, incluso más que su abuelo, cobró más popularidad hace poco."

"Digo "hace poco" pero en realidad paso hace 300 años. Un hombre... un humano llamado Franco Costa, proveniente del mar de Trust zarpó un día en búsqueda de aventuras por todo el mundo con el único objetivo de hacer un mapa completo del mundo. 30 años después, volvió a su patria y mostro un mapa exacto de nuestro planeta. Al verlo, la gente volvió a poner fe en los viejos dioses y a rasgar sus prendas por haber olvidado las antiguas usanzas. Yo era un niño cuando esto pasó y recuerdo que mi madre quemo todas las antiguas imágenes de los dioses que solíamos adorar y volvió sacar la antigua estatua tallada de keoth que teníamos guardada. Todo por un mapa..."

"Cuando lo vean el mapa y escuchen la historia, entenderán la razón del porque..."

El viejo sacó un mapa y lo extendió a sus pies frente a los chiquillos, que se aglomeraron frente a él.

—¿pueden ver la forma que tiene Footland? este que se encuentra en la parte noroeste del mar de Trust.

—perece un pie —dijeron los pequeños al unísono

—muy bien. Y ¿qué me dicen del archipiélago Maintlan, al sur oeste del mar de Katu?

—parece una mano —volvieron a gritar los chiquillos.

—ahora bien, quizá este no sea tan obvio, pero muchos decían que este archipiélago al noroeste del mar de Sonwoo, es un gran ojo y que nuestra isla justo al centro del mar de Elhm es una Columba vertebral.