•CAPÍTULO ONCE•

1.7K 264 70
                                    

"Saldo a favor"

—Lo voy a follar a pelo y bien duro, por atrevido Doctor —murmuro extasiado cuando observo mis dedos perderse en el calor de sus paredes mientras se retuerce ante mi toque jadeando sin control

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Lo voy a follar a pelo y bien duro, por atrevido Doctor —murmuro extasiado cuando observo mis dedos perderse en el calor de sus paredes mientras se retuerce ante mi toque jadeando sin control.

—Nada me gustaría mas que eso... —me susurra el desvergonzado rubio, sexi como las brazas del infierno, enfureciendo algo en mi interior. Como si fuera un maldito interruptor que activa y traba mi cerebro sin poder controlar la excitación que recorre cada fibra de mi ser.

Entonces retiro los dedos para alinear mi duro miembro en esta posición, pero él se apresura y atrapa mi mano estallando mi escasa cordura mientras lame, me observa y se restriega meneando sus caderas sobre mi maciza dureza.

Y me siento desfallecer...

—Doctor Park, no puede hacerme esto...— susurro con acentuada grave voz, anudando la tensión en mi garganta, que más que nudo es hervor.

Y en un movimiento precipitado y veloz, jalo sus manos hacia atrás en un vigoroso agarre y gruñendo como un animal, me entierro de una sola estocada en su caliente cavidad... Cavidad que se abre paso como si mi designio fuera morarla por la eternidad.

"A la mierda la puerta, Nam o la enfermera, solo quiero hundirme una y otra vez en él" medito desaforado a la vez que mantengo mi empuñadura. Y como un experto bailarín exótico, oscilo mi cadera en un exquisito vaivén, contrayendo mis abdominales ante el esfuerzo que resulta en sucumbidos hilos de sudor rodeándome la piel.

—Haw... K-Kook... sí... Sigue así... más fuerte — jadea entre lujuriosos sonidos y sonrío para mis adentros. Tal parece que al Doctor Park se le olvido el formalismo...

Entonces arranco la bata de mi cuerpo y desabotono presuroso mi camisa cuando advierto mi cuerpo entero arder.

—No se apure Doctor... todo a su debido tiempo —le susurro mientras arremeto armónico, manteniendo baja su cadera con la firmeza de mi toma firmeza y atrapando entre mis dientes su caliente pezón.

Si apuro demasiado mi accionar, me dejaré ir como un incipiente pubero, porque su envolvente calor me perturba hasta el punto de no poder contenerme.

—¿A su debido tiempo? ¡Un carajo! ¡Me vas a follar bien duro —me proclama el sonrojado rubio, calentando hasta la ultima célula de mi piel...

Entonces, lo tomo desde las caderas y empujo con firmeza adentro de su caliente cavidad, arremetiendo sin piedad, olvidando cada "despacio" que sucumbiera en mi cabeza y dejándome dominar como un furioso animal.

Sus jadeos... sus jadeos junto a los míos inundan el entorno a mi oficina. Y no quiero ni meditar la consecuencia de mis acciones porque ésto, derrumba todos y cada uno de mis preámbulos.

—Deje de pensar y béseme —atrapa mi rostro con firmeza y danzando su lengua junto a la mía, me olvido del mundo, de mi posición y sobre todo de cada uno de mis principios.

ʟǟ քǟֆɨÓռ ɖɛʟ ɢǟʟɛռօDonde viven las historias. Descúbrelo ahora